A 60 km/h

A 60 km/h

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Presentado por
  • Titulo original: A 60 km/h
  • Dirección: Facundo Marguery
  • Género: Documental
  • País: Uruguay Año: 2014
  • Duracion: 100'
  • Sitio oficial
  • Tipo: Documental
Presentado por

Ficha

Resumen

¿Qué pasa cuando llegás a los 50 años y te das cuenta de que estás repitiendo los mismos errores de tu padre? ¿Qué fronteras estás dispuesto a cruzar? A sus 50 años, Mario Sabah lo dejó todo y decidió cambiar de estilo de vida. Restauró su Mehari de 1977 y partió, junto a sus dos hijos, en un viaje de 150.000 kilómetros, 45 países y cinco continentes que cambió sus vidas para siempre.

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Trailer

Comentario de Cartelera.com.uy

En pocas palabras...: Una historia de sobresaltos, de renunciamientos, de incertidumbres, pero sobretodo de amor entre padre e hijos.

Todo sobre mi padre

Fue alrededor de unos ocho años atrás, cuando la "idea loca" pasó seriamente por la cabeza de Mario Sabah por primera vez. Con 50 años, llevando adelante una actividad empresarial que le permitía vivir sin sobresaltos y recientemente divorciado, sentía que su vida se estaba convirtiendo en un mero, rutinario y no bienvenido durar y transcurrir. Inmerso en tales reflexiones, sus recuerdos lo llevan al momento en que, acompañado de sus dos hijos, Matías e Ismael - casi niños en ese momento -, tras sortear un pronunciado pantano a bordo de una Mehari de 1977, había lanzado una de esas frases que se dicen por decir: "en esta camioneta, podemos dar la vuelta al mundo".

No con demasiadas esperanzas les propone el plan a los ahora ya independientes "veinteañeros" y, para su sorpresa, recibe una respuesta positiva. Casi de inmediato se puso a rodar la maquinaria que los llevaría - en la idea de los muchachos, no en la del padre - a unos dos o tres meses de una animada aventura. El corolario fue una experiencia que duró cuatro años, que los llevó por 45 países y que recorrió 155.000 kilómetros a bordo de aquella misma Mehari que más que merecidamente se ganó el mote de "La poderosa". Las 115 horas de grabación que registró Matías con su cámara amateur, y su encuentro con Facundo Marguery (a la postre el joven director del trabajo), hicieron posible el resto.

Con estos datos arriba de la mesa, hubiera sido dable esperar que lo que veríamos en este documental de poco más de hora y media sería una especie de roadmovie que recogiera una serie de experiencias pintorescas, y que sacara partido del atractivo turístico devenido de tan extenso periplo. Si bien algo de eso hay, no es eso lo esencial de la película. Lo realmente valioso está en la historia familiar que se cuenta. Una historia de sobresaltos, de renunciamientos, de incertidumbres, pero sobretodo de amor. La escena del reencuentro en Italia es el mejor ejemplo.

En su debut en el largo, Marguery logra unas cuantas cosas interesantes. La fundamental es que tuvo el tino y la intuición adecuada para manejar el profuso material que tenía entre manos, de forma que seamos realmente concientes del vínculo que se va gestando entre padre e hijos. Una relación que poco a poco fue dejando atrás las naturales barreras para, desde el igual a igual, brindarse - aún en momentos ríspidos - el apoyo y el amor imprescindibles. Otro gran mérito está en sacar buen partido de la convicción con que Mario y sus hijos relatan su experiencia; esto es fundamental para que el espectador sienta empatía, interés y emoción ante lo que se le va contando. Más aún, si tenemos en cuenta que - en la flaqueza más notoria del film - muchas veces nos enteramos de lo que sucedía y de cómo iba la convivencia por la mera afirmación, y no por imágenes que reforzaran esas palabras.

Si bien por ahí está la esencia de este trabajo, no dejan de tener interés algunos pasajes decisivos para que la travesía fuera lo que fue. Por ejemplo, lo importante que fue el encuentro en Turquía con Diego Lugano y la promesa que trajo consigo. De la misma forma que no dejan de llamar la atención los distintos trabajos que asumieron para "parar la olla", y la particular manera en que pasaron la frontera de Irán con Irak. La música de Joaquín González oficia en esos momentos como una disfrutable companía.

Lo vivido por Mario, Matías e Ismael demostró cabalmente el significado de dos palabras ya usadas en este comentario; es que realmente no se me ocurren otras para reflejar lo que la película tan bien transmite: amor y convicción.


Por Pablo Delucis para Cartelera.com.uy

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FILM/11451

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