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Ficha

Resumen

Julieta (Berenice Perciballe) tiene 17 años y vive con su madre y sus hermanos en un pueblo del interior. Su novio, Gabriel, le consigue trabajo con diversos clientes, desde camioneros a jerarcas gubernamentales. Sofía (Vera Navrátil), de 16 años, es estudiante de un liceo privado en la capital. Junto a su mejor amiga, se introducen en el mundo de la publicidad y reciben una oferta difícil de rechazar. Como hilos en una red, Julieta y Sofía se cruzan en un mundo  donde todo puede ser comprado y todo puede ser vendido, donde la certeza es tan frágil como un segundo.

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Comentario de Cartelera.com.uy

En pocas palabras...: Estamos ante un trabajo que - tanto en forma como en contenido - sostiene más que dignamente lo que denuncia y plantea.

Historias cruzadas

Esta película uruguaya que significa el debut en el largometraje de Santiago Ventura, es el tercer trabajo de un tríptico que la Fundación Dodecá viene desarrollando desde el año 2008. Es conveniente subrayar que a través de su Centro Cultural, la institución prioriza los temas sociales en los proyectos que aborda. Ya pasó todo se llamó el corto que hace 6 años le hincaba el diente al embarazo adolescente, mientras que dos años más tarde, en el mediometraje Hasta que salga el sol, lo que se contaba era un caso de abuso sexual. En ambas oportunidades, Santiago fue el co-director junto a Matías Ventura.

Con esos antecedentes como marco llegamos a este filme que se filmó con un presupuesto por demás acotado, en apenas 16 días, y que incursiona en asuntos tan delicados y complicados como la prostitución y la trata de personas. Y vale decirlo: a grandes rasgos, no sale mal parado.

El guión del propio director y de Belén Baptista - que también forma parte del elenco - repara en las historias de Julieta y Sofía, dos adolescentes de 17 y 16 años respectivamente pertenecientes a dos clases sociales bien distintas. Julieta es del interior y casi como inevitable consecuencia de un legado familiar complicado, concurre a casitas en parques - cualquier similitud con la realidad no es pura coincidencia - donde señores maduros cambian dinero por sexo. Alentada y literalmente vendida por su "novio", se traslada a Montevideo a trabajar ya directamente en prostíbulos y casas de masajes.

Sofía, mientras tanto, pertenece a un estrato social de privilegio, concurre a un importante centro de estudios privado, y no encuentra en su entorno familiar ningún tipo de contención ni ejemplo. Con su amiga Paula se verán tentadas a entrar en el mundo del modelaje, que sólo oficiará como fachada de propósitos bastante más mezquinos y sórdidos. En particular en esta historia, es muy interesante el diseño de unos personajes que, con sus matices, hablan sutilmente de cómo algunas luces pueden llegar a encandilar peligrosamente.

Con estos asuntos entre manos, hay que destacar que el trabajo de Ventura y su equipo destila honestidad. Y en varios aspectos. En ningún momento se percibe un regodeo con imágenes - por ejemplo en el tema sexual - que podían haber servido de gancho comercial. Lo que se muestra no elude en lo más mínimo la temática que se trata, pero está claro que quien priorice ver el filme por esos aspectos, saldrá defraudado. Por otro lado, también se percibe franqueza y real preocupación ante esas historias a las que se llegaron a través de investigación y conocimiento, y que si bien a muchos nos pueden parecer difíciles de creer, forman parte de una realidad más frecuente de lo deseable. Tratándose de este tipo de temas, esa honestidad en el abordaje ya es un gran punto a favor.

También hay méritos en la realización cinematográfica propiamente dicha. Los rubros técnicos son de primer nivel - la fotografía de Javier Ventura merece especial destaque - y si bien hay ciertos pasajes en que la progresión dramática aparece no del todo fluida, el relato no pierde pie en ningún momento.

Los reparos más notorios están en algunos personajes en los que se cae en la caricatura. Los proxenetas del burdel montevideano son el ejemplo más claro. El elenco es una conjunción de gente que hace sus primeras armas, junto a varias figuras destacadas del teatro nacional. Entre otros, Fernando Dianesi, Gabriel Calderón, Álvaro Armand Ugón, Andrea Davidovics y hasta el recientemente fallecido Delfi Galbiati tienen apariciones de rendimiento dispar. En este rubro, destaco el trabajo de Vera Navrátil en el rol de Sofía. Buena madera denota su labor.

En síntesis, estamos ante un trabajo que - tanto en forma como en contenido - sostiene más que dignamente lo que denuncia y plantea. Adelante.

Por Pablo Delucis para Cartelera.com.uy