Force Majeure: la traición del instinto

Force Majeure: la traición del instinto

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Presentado por
  • Titulo original: Turist
  • Dirección: Ruben Östlund
  • Género: Drama
  • Protagonistas: Johannes Kuhnke - Lisa Loven Kongsli
  • País: Suecia-Francia-Noruega-Dinamarca Año: 2014
  • Duracion: 120'
  • Elenco: Vincent Wettergren - Clara Wettergren - Kristofer Hivju - Fanni Metelius
  • IMBD
  • Tipo: Película
Presentado por

Ficha

Resumen

Una familia pasa plácidamente sus vacaciones en los Alpes franceses. Un día, mientras almuerzan en un restaurante con vista a la montaña, una avalancha desciende rápidamente, amenazando cubrirlos a todos de nieve. Lo que sucede a continuación altera para siempre no sólo las vacaciones, sino el delicado balance de la vida familiar. Algo se ha roto para siempre…

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  • Europa Europa

    • Jueves 28 de Marzo

      • 18:35

Comentario de Cartelera.com.uy

En pocas palabras...: Posee el tipo de complejidad sutil e inteligente de las grandes obras, que por supuesto permanecen en la memoria del espectador. Y es, sin temor a equivocarse, una de las películas imperdibles de este año y probablemente del que viene.

 

El héroe de la familia

 

La idílica familia (papá, mamá, nena y nene) almuerza en la terraza de un ski-resort, en la falda de una montaña en los Alpes franceses. Ven venir una avalancha, que según el padre parece estar controlada. Al principio todo es fascinación; el espectáculo es realmente majestuoso. A medida que la bola de nieve crece y se acerca, los turistas empiezan a inquietarse y con razón. El padre insiste en que no hay peligro. Pero la cosa se pone realmente temible y empiezan los gritos: la cortina de nieve cae sobre la terraza. El padre, instintivamente, huye despavorido a refugiarse, dejando a su esposa e hijos. Resulta ser que la avalancha era inofensiva, nadie ha salido herido y todo vuelve, de a poco, a la normalidad. Pero algo se ha roto para siempre en el seno de esa familia.

 

Este párrafo previo, que parece un spoiler, pretende describir en detalle una escena clave que replantea por completo la película, y las relaciones en el ámbito familiar de los protagonistas. Se trata de una familia sueca acomodada (ya dijimos que están pasando unas vacaciones en los Alpes franceses), sin problemas económicos ni domésticos (aparentemente todos se llevan bien). Sin embargo, ese pequeño incidente va a destapar una gran caja de Pandora de ramificaciones impredecibles. Lo que a Ebba (Lisa Loven Kongsli) más parece molestarle no es la acción instintiva de su marido Tomas (Johannes Kuhnke), que parece contradecirse con la imagen ideal que todo padre de familia debería mantener, sino el hecho de que se niegue a reconocerlo. Enfrentado a sus actos, lo que el hombre hace en un principio es negarlo todo, algo muy parecido a fingir demencia, para luego matizar la versión que su esposa insiste en contarle a amigos y extraños ("no comparto tu interpretación de los hechos", dice).

 

El conflicto que se desata pone a prueba no sólo la relación dentro de la pareja y la armonía familiar, sino los preconceptos que existen en la sociedad occidental acerca de los géneros, el patriarcado, el feminismo, la paternidad, la fidelidad y el concepto mismo de familia. El director y guionista Ruben Östlund (Suecia, 1974) observa a sus personajes como un científico a sus ratones de laboratorio: con minuciosidad y paciencia, esperando la más mínima reacción o, tal vez, alguna forma de cambio. Pero lo más interesante es que lo hace sin apelar al dramatismo ni al melodrama; por el contrario, un ácido sentido del humor recorre todo el relato, dando cuenta de la particular mirada del director sobre los conflictos y personajes que elige para retratar algunos aspectos de la vida en sociedad (como lo hiciera en sus anteriores Involuntario, de 2008, y Play, de 2011).

 

Después de todo, estamos hablando de alguien que subió a YouTube un video en el que se lo ve esperando, junto a su productor en la habitación de un hotel, el anuncio de las películas extranjeras candidatas al Oscar 2015; su reacción al confirmar que Force Majeure no está entre las nominadas da cuenta de alguien que a) tiene un gran sentido del sarcasmo y b) no se toma a sí mismo demasiado en serio. Hay que ver también, en la película, la manera totalmente inesperada y juguetona con que interrumpe la incomodidad de una tensa conversación de adultos.

 

Esto no quiere decir que Force Majeure sea una película "liviana" o intrascendente. Por el contrario, posee el tipo de complejidad sutil e inteligente de las grandes obras, que por supuesto permanecen en la memoria del espectador. Y es, sin temor a equivocarme, una de las películas imperdibles de este año y probablemente del que viene.

 

Östlund aprovecha al máximo dos recursos escenográficos fundamentales: por un lado, el impactante entorno natural donde se desarrolla la historia, que permite jugar todo el tiempo con esa innegable sensación de "peligro inminente"; y por el otro, el borroso límite entre intimidad y exposición que implica ese hotel como escenario, que parece impedirle todo el tiempo a los protagonistas liberar su drama de manera catártica. Mientras en la habitación no se puede discutir porque están los niños, en el pasillo aparece todo el tiempo un espectador curioso en la figura de un empleado del hotel, que es testigo de algunas escenas matrimoniales. ¿Acaso no es ese personaje una extensión dentro de la escena del propio espectador de la película?

 

El otro gran recurso del director es su formidable elenco, empezando por la notable pareja protagónica y sus innumerables duelos, pero incluyendo también a varios secundarios; entre estos aparece el noruego Kristofer Hivju (Game of Thrones) en el exquisito rol de un amigo de Tomas que también ve desafiada su delicada seguridad masculina.


Por Enrique Buchichio para Cartelera.com.uy

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