Cartelera

Ficha

Resumen

La habitación es una exploración conmovedora y única sobre el inagotable amor entre una madre y su hijo. Con cinco años de edad recién cumplidos, el único mundo conocido por Jack (Jacob Tremblay) es la habitación que comparte con su madre (Brie Larson, ganadora del Oscar como mejor actriz). Cuando finalmente logran escapar de ese entorno contenido, el niño hace un descubrimiento asombroso: el mundo exterior.

Trailer

Comentario de Cartelera.com.uy

En pocas palabras...: Una sensible y conmovedora historia de amor entre una madre y su hijo, un vínculo que se construye y convive con todas las cosas maravillosas y terribles que hay en este mundo.

 

El mundo real

 

En el pequeño universo que Jack habita desde su nacimiento, hay serpientes hechas con cáscaras de huevo, laberintos con cilindros del papel higiénico, y el agua en la cisterna es un océano. Es lógico, es lo único que el pequeño Jack conoce, porque de lo que hay afuera de la habitación sólo conoce lo que ha visto por la tele, convencido de que no es real. Es la manera que su madre, Joy, encontró para hacerlo sentir seguro y feliz, aún dentro del reducido espacio que delimitan esas cuatro paredes, que sólo reciben luz del sol a través de un tragaluz.

 

Es un poco el mismo plan que ideó Roberto Benigni para proteger a su hijo de los horrores del nazismo en La vida es bella (1998). Aquí también el horror está bien cerca, de hecho viene a dormir todas las noches, pero de esto no conviene ocuparse mucho porque La habitación no es tanto una película sobre un secuestro, ni sobre el cautiverio vivido por una joven madre y su hijo, sino sobre la adaptación de ambos (sobre todo del niño) al mundo real, al exterior que descubre por primera vez (esto no es un spoiler, está en el tráiler).

 

La película está dividida exactamente en esas dos partes: el cautiverio, que ofrece una falsa seguridad y estabilidad (sobre todo para el niño) y el afuera, con todo el asombro y temor que le produce a Jack y la incertidumbre y dolor que generan en Joy, que ahora tiene que ocuparse de sí misma y cuestionarse sobre las decisiones que ha tomado y el futuro de Jack. Si uno se pone demasiado quisquilloso, el guión de Emma Donoghue (que adapta su propia novela) hace agua en un par de asuntos: la liberación se resuelve de manera muy sencilla y rápida, y la actitud de la madre de Joy (la siempre rendidora Joan Allen) no parece ser la de alguien que acaba de reencontrarse con una hija a la que, probablemente, diera por muerta después de siete años de desaparición. Actúa con demasiada normalidad, como si Joy hubiese vuelto de un retiro voluntario en un culto religioso o algo así.

 

Eso da como resultado una segunda mitad menos interesante que la primera, en la que Jack y Joy se tienen el uno a la otra, practicando sus pequeños rituales de convivencia en un espacio claustrofóbico que el director irlandés Lenny Abrahamson explota con gran soltura, privilegiando los primeros planos de sus dos protagonistas. La segunda parte luce más convencional y previsible, casi como un telefilm sobre caso real a pesar de algunos buenos momentos, casi todos gentileza de Jacob Tremblay, un pequeño talento que convence en cada una de las escenas en que aparece (que son casi todas, desde el momento en que la película está contada casi enteramente desde su punto de vista).

 

La película funciona sobre todo gracias a él y a la increíble química establecida con Brie Larson, quien encarna a Joy con las dosis justas de fortaleza, dulzura, fragilidad y emoción que el personaje requería. Porque después de todo, La habitación no es otra cosa que una sensible y conmovedora historia de amor entre una madre y su hijo, un vínculo que se construye y convive con todas las cosas maravillosas y terribles que hay en este mundo.

 

Por Enrique Buchichio para Cartelera.com.uy