Un monstruo de mil cabezas

Un monstruo de mil cabezas

Presentado por
  • Titulo original: Un monstruo de mil cabezas
  • Dirección: Rodrigo Plá
  • Género: Drama-Thriller
  • Protagonistas: Jana Raluy - Sebastián Aguirre
  • País: México Año: 2015
  • Duracion: 75'
  • Elenco: Hugo Albores - Emilio Echevarría - Úrsula Pruneda - Daniel Giménez Cacho
  • Sitio oficial IMBD
  • Tipo: Película
Presentado por

Ficha

Resumen

Sonia Bonet (Jana Raluy), acorralada por la desidia y la corrupción de su aseguradora médica, hará lo que sea con tal de conseguir el tratamiento que su marido necesita para seguir viviendo. Un monstruo de mil cabezas es la cuarta película de los uruguayos – radicados en México - Rodrigo Plá (director) y Laura Santullo (guionista), autores de La zona (2007), Desierto adentro (2008) y La demora (2012).

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Trailer

Comentario de Cartelera.com.uy

En pocas palabras...: Sin alcanzar las excelencias de sus trabajos anteriores, esta película confirma a la dupla Plá - Santullo como personas atentas a la realidad que los rodea.

Monstruos de mercado

Es ya notoria la preferencia temática del cineasta Rodrigo Plá y su coguionista habitual, la escritora Laura Santullo, ambos uruguayos pero residiendo casi permanentemente en México. Tanto en las inquietantes La zona (2007) y Desierto adentro (2008), como en la excelente La Demora (2012), filmada enteramente en Uruguay y con actores uruguayos, estamos ante dilemas de personas comunes inmersas en situaciones que no eligen, pero que forman parte de una realidad cotidiana y para nada halagüeña.

Basada en la novela homónima de Santullo, esta vez la trama nos presenta la lucha desesperada de una mujer (correcta labor de la actriz mexicana debutante en cine Jana Raluy) que no logra que su prestadora de salud le otorgue a su marido enfermo de cáncer el tratamiento adecuado para al menos tratar de sobrellevar mejor la situación. Esperas interminables, comportamientos lindantes con la burla de los médicos responsables, malos tratos que contribuyen a empeorar el estado anímico de personas que de por sí no la están pasando bien, y el tomar consciencia de que lo económico prima aún ante la vida de las personas (todo esto ocurre en México, pero bien sabemos los uruguayos que podría pasar en cualquier lugar) hacen que la protagonista tome por un camino tortuoso donde habrá un poco de violencia, y también cierta dosis de ironía. En este punto, vale acotar que si bien están claras las motivaciones de los personajes, algunos minutos más donde el desgaste de la situación se hiciera aún más evidente hubieran ayudado a una mejor progresión dramática del asunto. Se pasa a la acción (por momentos la película juega a meterse en ese género) de manera algo apresurada. Lo que tampoco funciona del todo, son la mayoría de los momentos en que se apela al humor negro para distender momentos complicados.

Tal como pasaba en las películas anteriores de la dupla, sí es muy buena la forma en que se articulan situaciones que pueden ser comunes a muchas personas, pero poniendo la mirada principal en cómo afecta y cómo las viven los protagonistas; en este caso, esa esposa desesperada. Es en ese marco que nos encontramos con comportamientos ambiguos y donde no siempre la ética es lo que prima. Eso sí, nunca se pierde el cariño, o mejor dicho, el cuidado hacia ese ser humano en forma de personaje.

Otra gran virtud de esta película - ya una marca en el estilo de Plá - es su trabajo de cámara, que tiene un lenguaje propio que refuerza el concepto de la película. Junto a los directores de fotografía Odei Zabaleta y la uruguaya María Secco, logra que los encuadres, los planos fuera de foco y las distintas tonalidades tengan una correspondencia armoniosa que complementa pero no subraya artificialmente lo que se plantea en cada escena. Una mirada medianamente atenta seguramente captará por ejemplo que, en los momentos de mayor tensión, siempre hay un mueble o una puerta que se interpone, mientras que cuando prima la calma los obstáculos físicos también desaparecen.

Sin alcanzar las excelencias de sus trabajos anteriores, esta película confirma a la dupla Plá - Santullo como personas atentas a la realidad que los rodea. Más allá de las muchas bondades cinematográficas de sus trabajos, tienen claro que son seres humanos los que se enfrentan a esas situaciones para las que de antemano no hay recetas y que cada uno vivirá como puede, más que como quiere. Qué bueno sería que instituciones o empresas como por ejemplo las del tipo que el filme refiere, tuvieran la misma sensibilidad.


Por Pablo Delucis para Cartelera.com.uy

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