El Señor de los Anillos: el retorno del rey

El Señor de los Anillos: el retorno del rey

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  • Titulo original: The Lord of the Rings: the return of the King
  • Dirección: Peter Jackson
  • Género: Aventura-Fantasía
  • Protagonistas: Elijah Wood - Viggo Mortensen
  • País: Nueva Zelanda-Estados Unidos Año: 2003
  • Duracion: 201'
  • Elenco: Ian McKellen - Liv Tyler - Sean Astin - Billy Boyd
  • IMBD
  • Disponible en: VHS DVD
  • Tipo: Película
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Ficha

Resumen

Los ejércitos del Señor Oscuro van extendiendo cada vez más su maléfica sombra por la Tierra Media. Hombres, elfos y enanos, comandandos por la valentía de Aragorn (Viggo Mortensen) y la sabiduría de Gandalf (Ian McKellen), unen sus fuerzas para presentar la batalla final contra Sauron y sus huestes. Ajenos a estos preparativos, los hobbits Frodo (Elijah Wood) y Sam (Sean Astin) se internan cada vez más en los territorios de Mordor para destruir el Anillo de Poder en las Grutas del Destino. El viaje se acerca, pues, a su fin. Parte final de la ambiciosa adaptación cinematográfica de la obra épica de J.R.R. Tolkien, ganadora de 11 Oscar de la Academia, incluyendo mejor película y mejor director.

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Trailer

Comentario de Cartelera.com.uy

El fin de la aventura

Parece increíble que hayan pasado dos años desde que, por primera vez, nos sentamos a contemplar –qué digo a contemplar, a vivir- la primera gran aventura del siglo XXI. El Señor de los Anillos: la comunidad del anillo fue la comprobación de que la gigantesca novela de Tolkien podía ser convertida en una gran película que no sólo introdujera al espectador en un mundo maravilloso sino que le permitiera vivir y sufrir junto a un puñado de personajes creíbles, como lo hacen las grandes películas. Porque como lo dijo el director español Álex de la Iglesia, gran fanático de la obra de Tolkien, en su momento: “la han hecho en serio”. Claro que sí.

Como primera parte de una anunciada trilogía, además, La Comunidad del Anillo lograba dejar enganchado al espectador (al espectador que la había disfrutado, esto es, porque hubo otros que no se dejaron llevar por la aventura) para sus continuaciones. Las Dos Torres, a pesar de su duración algo más extensa y de su enlentecimiento cada vez que aparecía Bárbol cargando a los hobbits Pippin y Merry, fue una espectacular segunda parte. Además de todo su trasfondo shakesperiano con la inclusión de notables personajes como Lengua de Serpiente (Brad Dourif) y el Rey Théoden (Bernard Hill), y del protagonismo del formidable personaje de Gollum/Sméagol, Las Dos Torres era una película de dimensiones épicas que contenía tal vez la batalla más espectacular jamás filmada. Y dejaba planteada una gran incertidumbre para cerrar la travesía en la tercera parte.

Pues esa tercera parte ha llegado. Y cómo se ha hecho esperar; no recuerdo otra película (continuación o no) que me despertase tanta expectativa. Y maldita sea, la expectativa se me fue de las manos, creo. Se supone que debía ser espectacular, increíble, emocionante en extremo. Y no pasó. ¿Cómo sucedió esto? Creo que no ayudaron los comentarios estúpidos de los pibes que tenía detrás en la sala (¿cuál es la necesidad de la gente de compartir a viva voz la primera estupidez que se le viene a la cabeza dentro de una sala de cine?), ni tampoco la pausa de 15 minutos para comprar pop y refresco. Sea como fuere, no fue lo que había esperado.

Como parte de una trilogía, es indudable que este capítulo final mantiene el nivel de las anteriores. Técnicamente sigue siendo soberbia y el nivel actoral, excelente. Pero tomándola como película individual, algo le está faltando. O más bien, sobrando. O las dos cosas. Y dejo de lado la fidelidad al libro, porque no lo leí. Una película debería sostenerse por sí sola, más allá de si quita o pone o cambia cosas que otros leyeron. Creo que al Retorno del Rey le sobran minutos. Es extremadamente larga. Sobre todo porque insiste en aspectos de la historia que ya habían quedado claros en la segunda parte (sospechas de Sam sobre Gollum, amor de Éowyn hacia Aragorn) y profundiza en nuevos personajes (Denethor) que no contribuyen al núcleo de la historia. De alguna manera todo, absolutamente todo lo que formaba parte de La Comunidad del Anillo y Las Dos Torres (sí, incluyendo a los arbolitos) estaba en su lugar y contribuía absolutamente. No puedo pensar en un solo elemento que pudiera haberse evitado. Sin embargo se me ocurren varios de esta tercera parte que creo que están de más.

Y al mismo tiempo algo ha resentido la intensidad con que se experimenta la travesía de los desperdigados miembros de la comunidad. Y creo que tiene que ver con el montaje; el editor Jamie Selkirk, que formó parte del equipo de editores de la primera parte y se ausentó de la segunda (probablemente porque ya estaba concentrado en la tercera), hace en general un buen trabajo pero por momentos corta las escenas antes de lo que uno hubiese necesitado. El espectador necesita un tiempo para comprender lo que le está sucediendo al personaje, un tiempo dramático que transmita la emoción adecuada; a veces, en El Retorno del Rey, esa emoción se corta antes de tiempo, otras veces se alarga. Hay como un desequilibrio en los ritmos y en el valor emotivo de las secuencias que el espectador tal vez no registra conscientemente pero que percibe sin darse cuenta. El montaje es clave, es la cadencia con que se construye la película, el armado de la experiencia definitiva. Por ese lado intento explicarme la diferencia de percepción entre esta culminación de la trilogía y sus antecesoras.

Tal vez Peter Jackson se dejó llevar por el entusiasmo, tal vez creyó que más era mejor. O tal vez debería volver a verla y tratar de sentirla como estoy seguro Peter Jackson pretendió que cada uno la sintiera. Su logro se mantiene intacto: concibió una trilogía que nadie se había animado a realizar, y marcó un hito. Consiguió conmover a millones de espectadores con personajes y tierras de fantasía, y lo logró... tres veces. Probablemente se gane el Oscar, y bien merecido que lo tiene aunque más no sea para remediar la injusticia de haber premiado a Una mente brillante por sobre La Comunidad del Anillo, hace dos años. Pero si aquella primera parte fue un 10 y Las Dos Torres un 9, creo que El Retorno del Rey es como máximo un 8. Nada mal, por cierto.

Pero me gustaría haber sentido la piel de gallina como cuando Gandalf colgaba del puente de Khazad Dum (¡huyan, insensatos!), y sufrimos su pérdida como la de un tío sabio. O como cuando Sam convence a Frodo de por qué vale la pena seguir adelante. Acá hay chispazos de esa emoción, y los personajes sufren más y arriesgan más y enfrentan peligros mucho más terribles. Sigue siendo un drama, pero esta vez el drama se vive con menor intensidad de la deseada. Se incorporan elementos más convencionales, se quitan personajes, se introducen personajes, se estira, se insiste, se subraya... En fin, hablo con la voz de la frustración más que del desaliento. Porque de todos modos nadie debería dejar de ver cómo concluye una aventura cuyo recuerdo permanecerá imborrable por mucho tiempo. A pesar de que la llegada a destino no haya sido toda lo apoteósica que esperábamos.


Por Enrique Buchichio para Cartelera.com.uy

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