12 años de esclavitud

12 años de esclavitud

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  • Titulo original: 12 years a slave
  • Dirección: Steve McQueen
  • Género: Drama
  • Protagonistas: Chiwetel Ejiofor - Michael Fassbender
  • País: Estados Unidos-Reino Unido Año: 2013
  • Duracion: 134'
  • Elenco: Benedict Cumberbatch - Paul Dano - Lupita Nyong’o - Sarah Paulson - Brad Pitt
  • Sitio oficial IMBD
  • Disponible en: DVD
  • Tipo: Película
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Ficha

Resumen

12 años de esclavitud está basada en la increíble historia de un hombre y su lucha por la supervivencia y la libertad. En los Estados Unidos previos a la Guerra Civil, Salomon Northup (Chiwetel Ejiofor), un hombre negro y libre del estado de Nueva York, es secuestrado y vendido como esclavo. Enfrentado a la crueldad (personificada en un malévolo propietario de esclavos encarnado por Michael Fassbender), así como también a inesperados gestos de amabilidad, Solomon lucha no sólo por sobrevivir, sino por conservar su dignidad en un entorno hostil y salvaje.

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Comentario de Cartelera.com.uy

En pocas palabras...: Esta película es para la esclavitud algo así como el equivalente cinematográfico de lo que La Pasión de Cristo fue para la crucifixión de Jesús: una reconstrucción terriblemente "realista" y dolorosa que le hace ver al espectador lo que aquello significó, sin suavizarlo.

Un hombre libre

A primera vista, parece difícil creer que esta es la tercera película del británico Steve McQueen luego de Hunger (2008) y Shame (2011), dos desoladoras visiones del aislamiento y el padecimiento tanto físico como emocional de dos hombres (ambos interpretados por el extraordinario Michael Fassbender) en circunstancias muy diferentes. En el primer caso, se trataba de la historia real de Bobby Sands, quien lideró una huelga de hambre de prisioneros del IRA en una cárcel de Irlanda del Norte, en 1981; en el segundo, del cuadro de alienación y adicción sexual de un neoyorquino y su reencuentro con una hermana problemática.

No es que la historia de Solomon Northup no tenga puntos en común con ambas películas; después de todo, aquí también se trata de seguir el padecimiento de un hombre cuyo espíritu y su sensibilidad se ven crecientemente afectados por circunstancias externas. Un padecimiento que tendrá secuelas visibles (marcas y cicatrices en la piel) y otras, sin duda, ocultas y emocionales. Es fácil entender qué interesó a McQueen de esta trágica historia real, además de la oportunidad de abordar un tema histórico que no le debe ser ajeno como hombre negro. Son la forma y la escala lo que llama la atención, porque sus dos primeras películas eran dramas intimistas, que dejaban una gran sensación de claustrofobia en el espectador. Aquí, si bien logra mantener cierta intimidad a la altura de la experiencia de su protagonista, se trata de un film de época notoriamente más ambicioso.

Desde el punto de vista estrictamente narrativo, la película es la crónica lineal de un martirio que pone en imágenes como pocas veces antes lo que significó la esclavitud para los millones de hombres y mujeres negros que lo sufrieron en carne propia. Con la particularidad de que, en este caso, su protagonista vivió para contarlo. Solomon Northup era un hombre libre, educado y respetado en la Nueva York del siglo XIX, que tras ser engañado y vendido como esclavo fue llevado al sur, a los campos de algodón y a las mansiones de los terratenientes racistas que harían de su vida un infierno. Aquí no hay venganza ni desquite, como lo proponía en clave paródica Quentin Tarantino en Django sin cadenas (2012). 12 años de esclavitud es la versión seria y prácticamente sin catarsis del mismo asunto, y por lo tanto dramática y dolorosa, por momentos incluso difícil de tolerar. Es para la esclavitud algo así como el equivalente cinematográfico de lo que La Pasión de Cristo (2004) fue para la crucifixión de Jesús: una reconstrucción terriblemente "realista" que le hace ver al espectador lo que aquello significó sin suavizarlo para las audiencias impresionables.

No es sadismo lo que mueve a McQueen a ser tan gráfico, es la intención de poner en escena, de darle forma e imagen a un capítulo de la historia que fue realmente terrible (es probable que ninguna película llegue a dar cuenta verdaderamente de la dimensión de aquello) y que fundó las bases sobre las cuales se conformaría lo que fue - y en muchos sentidos es - el tejido social y político de Estados Unidos. En medio de tanta crudeza, el director encuentra algunos momentos de rara poesía cinematográfica, como cuando suspende (literalmente) en el tiempo y en el espacio a Solomon colgado de un árbol, mientras los demás esclavos a su alrededor prosiguen con su día sin capacidad de reacción, como acostumbrados a una realidad que incluía ser testigos pasivos de golpizas y linchamientos entre sus pares.

12 años de esclavitud consolida a Steve McQueen (rara y perfecta coincidencia con el nombre del actor estadounidense) como un director de solidez innegable. No es su mejor película hasta el momento pero sí la más ambiciosa y, por la importancia de su tema, la que ha tenido más notoriedad y reconocimientos, al punto de ser considerada una de las favoritas a ganar el Oscar como mejor película.


Por Enrique Buchichio para Cartelera.com.uy

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