El gran pez

El gran pez

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  • Titulo original: Big Fish
  • Dirección: Tim Burton
  • Género: Comedia-Drama-Fantasía
  • Protagonistas: Ewan McGregor - Albert Finney
  • País: Estados Unidos Año: 2003
  • Duracion: 2h05'
  • Elenco: Billy Crudup - Helena Bonham Carter - Jessica Lange
  • Sitio oficial IMBD
  • Disponible en: VHS DVD
  • Tipo: Película
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Ficha

Resumen

El Gran Pez cuenta en tono de fábula la vida de Edward Bloom (Ewan McGregor) y aquellos que lo aman. Incluso aún cuando él no cree siempre en cada palabra que dice, para Edward lo importante es la forma en que lo dice. Convertido en un reconocido narrador de cuentos chinos con la apariencia de Albert Finney, Bloom recuerda los días en que su pasión por viajar lo llevó alrededor del mundo. Sus míticas hazañas van de lo encantador a lo surrealista, intercalando épicas sagas acerca de gigantes y hombres lobo, reunidos con cantantes de salón coreanos, una bruja con un ojo de vidrio que puede ver el futuro y, por supuesto, un gran pez que se rehúsa a ser capturado. Todo servido con la imaginación habitual de Tim Burton.

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Comentario de Cartelera.com.uy

Había una vez...

La cosa funcionaba más o menos así: uno apoyaba la cabeza en la almohada, cerraba los ojos, y escuchaba con atención esa voz que, sin apuro, le leía un cuento hasta quedarse dormido. Si tenías la suerte de tener un padre con mucha imaginación, el tipo te inventaba una historia en el momento. Yo lo que tenía era una madre que llegaba tarde de trabajar, y apenas le daban las fuerzas para agarrar algún libro de la biblioteca; podía ser El gato con botas, o aquel maravilloso Dailan Kifki de María Elena Walsh, que contaba las peripecias de un elefante que se quedaba dormido encima de una semilla que empezaba a crecer y...

En cualquier caso, era difícil no “hacerse la película” e imaginar, a medida que las palabras agregaban datos, describían acciones o enunciaban diálogos, cada detalle de aquel cuento, saliera de un libro o de la imaginación de tus padres. Hoy ya no nos leen más cuentos a la hora de ir a dormir, pero por suerte existe Tim Burton.

Si algo es El Gran Pez, además de una tierna historia sobre padres e hijos, es un homenaje a la buena costumbre de contar cuentos. Y si hay un director de cine a quien le guste contar cuentos, muchas veces muy parecidos a los de nuestra infancia, ese es Tim Burton. Por suerte lo hemos recuperado después del traspié que significó la rutinaria e impersonal nueva versión de El Planeta de los Simios (2001). Aquello no era Burton, ¿estamos de acuerdo? Burton era el juguetón fantasma de Beetlejuice (1988), el sensible Edward de El Joven Manos de Tijera (1990) y, claro, el oscuro Bruce Wayne de las primeras dos Batman (1989, 1992) con sus desdobles de personalidad. Hasta en la excesivamente delirante Marcianos al Ataque (1996) había mucho más Burton, y por supuesto en la maravillosa Ed Wood (1994), que era un tributo a otro director de cine a quien le gustaba contar sus propias historias (aunque con muchos, muchos menos recursos).

El Gran Pez es una de esas películas donde, de pique, tenemos que aceptar que casi cualquier cosa puede pasar. Es una fábula donde tienen lugar gigantes de buen corazón, enanos de circo, mujeres chinas siamesas, brujas con ojos de vidrio y hasta un pueblo encantador donde todo el mundo anda descalzo. Una fábula romántica, también, donde el tiempo se detiene cuando un hombre conoce al amor de su vida. Y donde ese amor resulta tan eterno como se supone debe serlo en una buena fábula.

No es un cuento perfecto, no. Un cuento perfecto uno quisiera que no acabase nunca, que la imaginación siguiese brotando de todos los rincones. Y llega un momento en que El Gran Pez dio todo lo que pudo dar, y se viene un golpe de realidad quizá previsible, que está en el borde de la sensiblería pero que no llega a caer en ella. Y es allí donde cobra otra dimensión el asunto, porque deja de ser un simple cuento de hadas para convertirse en una historia sobre gente de carne y hueso, pero sin perder el encanto ensoñador que la película venía manteniendo hasta ese momento.

Pero está cerca del cuento perfecto, porque al salir del cine logra convencernos de que quisiéramos regresar a ese universo aunque fuera una vez más, por última vez, antes de regresar al mundo real en que vivimos.


Por Enrique Buchichio para Cartelera.com.uy

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