Cartelera

Ficha

Resumen

La cantante Norah Jones interpreta a una joven embarcada en un inolvidable viaje a través de Estados Unidos en busca del amor verdadero. En el camino se encuentra con una serie de enigmáticos personajes que le ayudan en su búsqueda. La película marca el debut en idioma inglés del aclamado cineasta chino Wong Kar-Wai (Con ánimo de amar, 2046).

Comentario de Cartelera.com.uy

En pocas palabras…: El director de Con ánimo de amar y 2046 se traslada con éxito a Estados Unidos, donde filma una historia de amor sugestiva, íntima y encantadora.

Corazones solitarios

Podemos respirar tranquilos. El primer film rodado en Estados Unidos por uno de los directores chinos (y del mundo) más interesantes que han surgidos en los últimos años no contiene concesiones. En realidad El Sabor de la Noche (simplificación de un original que en realidad quiere decir “mis noches de arándano") es una traslación a ambiente norteamericano del estilo ya cultivado en Hong-Kong por el gran Wong Kar-wai. Pero no es Con Ánimo de Amar en Nueva York, ni 2046 en clave de road movie. Más bien se trata de una nueva exploración de temas más o menos recurrentes en la obra del director, como el amor no correspondido, o que demora en concretarse. O la simple y tan humana necesidad de salir en busca de aquello que necesitamos como el aire: ese vínculo que nos haga sentir vivos.

Hay algo del Wim Wenders americanizado en esta historia de amor íntima y bella, y no sólo por la música de Ry Cooder. Y tiene que ver además por la comprobación de que los bares, pueblos, caminos y callejuelas de Estados Unidos reciben otra mirada, otro tratamiento cuando son registrados por la cámara de cineastas extranjeros atentos a esos detalles que suelen pasar inadvertidos para colegas asentados en su propio entorno. Pero la mirada de Wong Kar-Wai está allí, y se trasluce en la manera casi urgente que capta gestos, entradas y salidas de sus personajes de esos antros donde desnudan –casi siempre ante extraños y a veces ante sujetos acostumbrados a sus presencias- sus miserias más ocultas. Y en la intercalación de vidrios y objetos entre el lente y los actores, y en algún leit motiv musical que se repite climáticamente, como aquel valcesito que acompañaba el cadereo de Maggie Cheung bajando las apretadas escaleras en busca de fideos.

No sorprende –pero sí gratifica- que sea una película llena de texturas, de colores, de sabores. Como cualquiera de sus antecesoras, El Sabor de la Noche es una experiencia audiovisual digna de apreciar en una sala de cine. La cercanía de la cámara (responsabilidad esta vez del fotógrafo Darius Khondji, en sustitución del habitual colaborador de Kar-wai Christopher Doyle) intensifica estos detalles, así como la intimidad entre los personajes de Jude Law y Norah Jones que se vuelve central en el relato. A propósito, sorprende para bien el debut actoral de la cantante Norah Jones, que es hija del maestro indio del sitar, Ravi Shankar, pero que desde hace unos años ha emprendido una carrera musical propia que le ha deparado innumerables reconocimientos –incluyendo ocho Grammys- y millones de discos vendidos en todo el mundo. Pero también están muy bien la simpatía algo bohemia de Jude Law, la contenida intensidad de David Strathairn, y la vulgar sensualidad de una casi irreconocible Rachel Weisz.

Sólo puede reprochársele a Kar-wai su insistencia en usar un recurso ya empleado en sus últimas películas –sobre todo en ésta y en 2046- como lo es el acelerar levemente algunos momentos, quitándole cuadros a la imagen y generando una textura más “sucia”. Pero son detalles que no opacan en absoluto el deleite que puede llegar a producir –en el espectador que se permita entrar en clima- esta historia de amor que comienza y vuelve al mismo lugar donde una tarta de arándanos puede estar esperándonos.

Por Enrique Buchichio para Cartelera.com.uy