Ficha
Resumen
Lo peor que podría pasarle a Tres Reyes es que la confundan con una simple película de acción. Acción hay, y mucha, pero de simple no tiene nada. Para empezar, el director David O. Russell (quien también dirigió la comedia Tentados por el Desastre) echa mano a un ritmo y lenguaje narrativos nada convencionales, que pueden despistar a más de un espectador desprevenido. Pero además, debajo de una superficie de comedia bélica algo alocada (cuatro soldados norteamericanos, tras la primera Guerra del Golfo, deciden robar una fortuna en oro que Saddam Hussein a su vez robó a Kuwait) se esconde una crítica muy aguda a la intervención de Estados Unidos en aquel conflicto de Medio Oriente. De hecho, a cierta altura la película da un giro dramático del que no se desprende, si bien tampoco abandona cierto sentido del humor.