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Resumen

Tras cientos de solitarios años haciendo aquello para lo que fue construido –limpiar el planeta de cosas inservibles– WALL•E (la abreviatura de Waste Allocation Load Lifter Earth-Class) descubre una nueva misión en su vida cuando se encuentra con un lustroso robot explorador llamado EVA. Ambos emprenden un viaje a través de la galaxia en esta nueva aventura animada de Pixar (Buscando a Nemo, Los Increíbles, Ratatouille). Oscar 2009 a la mejor película de animación.

Comentario de Cartelera.com.uy

Esta nueva culminación de los estudios de animación Pixar (Buscando a Nemo, Los Increíbles, Ratatouille) imagina un planeta Tierra pos apocalíptico, en el que abunda la basura y los únicos rastros de vida son unas pocas cucarachas. Y WALL•E, un pequeño robot reciclador (WALL•E es la abreviatura de Waste Allocation Load Lifter Earth-Class) que por alguna razón sigue funcionando y ejerciendo su tarea sistemáticamente a pesar del desolador mundo que le rodea. Su rutinaria existencia se ve alterada por completo con la llegada de una nave espacial que deposita en la Tierra a un ultramoderno robot explorador llamado EVA, de quien se enamora perdidamente. Ambos emprenderán una agitada aventura hacia el espacio exterior, cuyas derivaciones es mejor no adelantar.

De manera que WALL•E es en parte una tierna historia de amor entre dos máquinas (humanizadas en la medida justa como para generar empatía en el espectador, pero sin perder las características robóticas que los convierten, en definitiva, en personajes mucho más interesantes que las criaturas que suelen abundar en el habitual cine de animación made in Hollywood), una aventura de ciencia ficción (con referencias a clásicos del género como La Guerra de las Galaxias y 2001: Odisea del Espacio) y al mismo tiempo eso que algunos llaman "un film con mensaje", que en este caso sería algo así como "cuidemos este planeta porque es el único que tenemos". El mensaje es, por suerte, bastante menos panfletario de lo que suena en esa frase.

Sólo la media hora inicial alcanza para convertirla en una película inusual, sobre todo pensando en los productos que suelen llegar pensando en el público más joven. Casi sin diálogos, con una narración sobria y efectiva que confía en la imagen y los efectos de sonido, WALL•E logra fascinar desde el primer cuadro. La segunda mitad (en la que ambos robots emprenden su viaje intergaláctico) es un poco más rutinaria y previsible, pero sigue siendo una aventura imaginativa, plagada de humor y con la sensibilidad justa. Gran parte del mérito (además del director y coguionista Andrew Stanton, responsable de la anterior Buscando a Nemo) le corresponde al compositor Thomas Newman, al editor Stephen Schaffer, y sobre todo al diseñador de sonido Ben Burtt, quien además de crear la estética sonora del film y sus efectos de sonido, puso la voz de WALL•E y de M-O, el pequeño y obsesivo robot limpiador.

Extras, extras...

El material extra es algo escaso, sobre todo teniendo en cuenta las preferencias de aquellos interesados en todo lo que hay detrás de la producción de una película como ésta. Hay unas pocas escenas eliminadas con comentario opcional de Stanton, pero lo mejor viene -otra vez- por el lado del sonido, como si los productores del DVD fueran conscientes -así debería ser- de la importancia fundamental que tiene el sonido a la hora de hacer que una película de animación funcione.

El diseñador de sonido Ben Burtt (un veterano del oficio que ha colaborado con George Lucas y Steven Spielberg, ganando Oscares por La Guerra de las Galaxias, E.T., Los Cazadores del Arca Perdida e Indiana Jones y la Última Cruzada) se toma su tiempo para explicar el proceso de diseño del sonido de la película, deteniéndose particularmente en la creación de algunos de sus efectos sonoros. Mientras que la imagen de Pixar sigue perfeccionando la animación digital con resultados asombrosos, Burtt ofrece una verdadera lección al revelar algunos de los "secretos" que permiten generar efectos de sonido creíbles, y que la mayoría de las veces son artilugios artesanales y no sofisticados programas de computación. A su vez reconoce y homenajea los aportes que hizo en su área James MacDonald, músico y creador de voces y efectos de sonido para los estudios Walt Disney durante más de 40 años.

Pero también valen la pena dos cortos de animación de Pixar que acompañan la edición: Presto, dirigido por Doug Sweetland, toma prestada la estética de personajes y ambientes de la exitosa Ratatouille (2007) para contar -en 5 minutos- la rivalidad entre un mago y su conejo hambriento. Mientras que BURN-E, de Angus MacLane, es lo que en Estados Unidos llaman un "spin-off" de WALL•E, es decir que tiene su origen en la película pero es creado a partir de ella y desarrolla una trama paralela. En este caso se trata de las desventuras de un pequeño robot soldador causadas por una situación que viven WALL•E y EVA en la película, pero contada en clave de "versión alternativa". El corto dura 8 minutos y fue creado especialmente para la edición en DVD. Y es muy divertido.

Por Enrique Buchichio para Cartelera.com.uy