Desapareció una noche

Desapareció una noche

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Presentado por
  • Titulo original: Gone baby gone
  • Dirección: Ben Affleck
  • Género: Drama-Thriller
  • Protagonistas: Casey Affleck - Michelle Monaghan
  • País: Estados Unidos Año: 2007
  • Duracion: 114'
  • Elenco: Ed Harris - John Ashton - Amy Ryan - Morgan Freeman
  • IMBD
  • Disponible en: DVD
  • Tipo: Película
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Ficha

Resumen

Ben Affleck hace su debut como director de un largometraje con esta adaptación de una novela de Dennis Lehane (el mismo autor de Río Místico). La misteriosa desaparición de una niña desata una intensa búsqueda por parte de dos detectives de la ciudad de Boston (Casey Affleck y Michelle Monaghan), quienes se verán sumergidos en una crisis tanto profesional como personal cuando empiecen a develar las verdaderas circunstancias del caso. Dentro del estupendo elenco se destaca la intensidad de Amy Ryan, nominada al Oscar como mejor actriz de reparto por este trabajo.

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Comentario de Cartelera.com.uy

En pocas palabras…: Ben Affleck se gradúa de director con un drama policial oscuro y hasta polémico, hábilmente narrado y bien actuado. Lo de Amy Ryan es una revelación.

Lo bueno, lo malo y lo feo

Tarde o temprano muchos lo hacen. Clint Eastwood, Robert Redford, Warren Beatty, Diane Keaton, Kevin Costner, Jodie Foster, Forest Whitaker, Robert De Niro, Danny De Vito, Ben Stiller, Peter Berg, Liev Schreiber… son solo algunos de los actores que, a determinada altura de sus carreras, se pasaron a la dirección. La lista puede ser enorme. Y este año se suma a esa lista Ben Affleck, quien ganó un Oscar hace diez años –junto a su amigo Matt Damon- por el guión de En Busca del Destino (1997) y luego se afianzó como estrella en ascenso (La Otra Cara del Amor, Armageddon, Pearl Harbor, Daredevil). Muchos lo tildan de mal actor, pero lo cierto es que hay peores. Y si bien no ha descollado todavía como intérprete se le conocen algunas buenas actuaciones, casi todas a las órdenes de su amigo Kevin Smith (La Otra Cara del Amor, Dogma, Padre Soltero) y, en particular, como el malogrado Superman televisivo George Reeves en Hollywoodland (2006), que le mereció el premio al mejor actor en el Festival de Venecia.

Claro que si quisiera dedicarse a partir de ahora a la dirección, bien podría hacerlo. En 1993 había debutado en ese rol con un hilarante cortometraje sobre la industria del cine, que se vio por cable: I Killed My Lesbian Wife, Hung Her on a Meat Hook, and Now I Have a Three-Picture Deal at Disney (algo así como “maté a mi esposa lesbiana, la colgué de un gancho de carne, y ahora tengo un contrato de tres películas en Disney”). Su primer largo, sin embargo, es un poco más dramático. Se trata, para empezar, de una adaptación (a cargo del propio Affleck y de Aaron Stockard) de una novela de Dennis Lehane, el mismo autor de la elogiada Río Místico (2003), que dirigió Clint Eastwood. Sus novelas suelen ambientarse en Boston, donde vive, y parece ser un hábil retratista de los barrios bajos de la ciudad, de tipejos humanos indeseables y de códigos de convivencia más o menos secretos, entre otras sordideces. Como en Río Místico, en Desapareció una Noche también toca el tema del abuso infantil, aunque en realidad la anécdota principal (la búsqueda de una niña misteriosamente desaparecida) es apenas la superficie de una historia que también involucra la corrupción policial, el “no te metas”, y el apego a unos valores que parecen en peligro de extinción, al menos en un mundo de creciente individualismo.

Todos esos elementos parecen haber quedado en la adaptación cinematográfica, que en principio podría verse como un equivalente contemporáneo de la clásica “serie negra”, con un típico antihéroe con todas las de perder (el investigador privado Patrick Kenzie, también protagonista de Plegarias en la Noche, otra novela de Lehane), un caso misterioso lleno de ramificaciones impredecibles, y una galería de personajes secundarios que, en general, son todo lo contrario a lo que aparentan. Es interesante que Kenzie sea apenas un chico (dice tener 31 años, pero Cassey Affleck, hermano menor de Ben que de hecho tiene 32, ciertamente aparenta algunos menos), pero hay algo en el personaje que no se termina de aprovechar, como si careciera de alguna particularidad (más allá de su juventud) que lo hiciera realmente interesante como impulsor de la trama. Aún así la trama atrapa -si bien por momentos parece dispersarse un poco y perder su rumbo- sobre todo gracias a la eficacia narrativa con la que Affleck director resuelve algunas escenas (en particular un par de momentos de violencia y tensión). El novel realizador (que entre su equipo de colaboradores contó nada menos que con el director de fotografía John Toll, dos veces ganador del Oscar, y con el montador William Goldenberg) exhibe un ojo muy atento para describir ambientes, tipos humanos y recovecos que parece conocer muy bien (se crió en Cambridge, Massachusetts, no lejos de Boston). La suya es una película oscura, por momentos violenta y sucia, si bien no alcanza la densidad trágica de Río Místico, por ejemplo. Y al final se las arregla hasta para ser polémica, con su planteo sobre lo que son “el bien” y “el mal”, sobre la justicia por mano propia, y sobre lo que implica hacer lo correcto en una sociedad donde cada quien defiende lo que le conviene, más allá de lo que indican las leyes y las “buenas costumbres”.

El buen elenco secundario también ayuda. A la probada experiencia de los veteranos Morgan Freeman, Ed Harris, John Ashton y Amy Madigan (esposa de Harris en la vida real) se suma esta vez la convincente intensidad de Amy Ryan en un papel nada sencillo, el de la madre drogadicta de la pequeña desaparecida. Una verdadera revelación.


Por Enrique Buchichio para Cartelera.com.uy

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