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Ficha

Resumen

Para uno de los mejores superhéroes enmascarados del mundo, Bob Parr (apodado Mr. Increíble), luchar contra el mal y salvar vidas era algo cotidiano. Pero ahora, quince años después, Bob y su mujer (una antigua superheroína por méritos propios) han adoptado identidades civiles y llevan una vida retirada y apacible junto a sus tres hijos en las afueras de la ciudad. Este superhéroe pluriempleado está deseando volver a la acción. Y por fin se le presenta una oportunidad... Ahora que el futuro de la humanidad pende de un hilo, la familia debe unirse de nuevo y volver a descubrir el encanto de la vida familiar. Producida por los estudios de animación Pixar (Toy Story, Monsters Inc.) y ganadora del Oscar 2005 al mejor film de animación.

Comentario de Cartelera.com.uy

Abróchense los cinturones

Parece haber consenso entonces en que hay que evitar la versión doblada al porteño, en lo que parece ser un gesto de expropiación cultural y lingüística nunca visto (salvo, quizá, en España, donde se sabe que doblan casi todo el cine para que suene como si estuvieran hablando “ellos”). Es todo un tema este, si, porque los niños no suelen leer los subtítulos. Pero yo he presenciado películas “infantiles” donde el doblaje al español no parece haber ayudado mucho, porque los niños más chicos preguntaban todo el tiempo qué estaba pasando.

El problema parece ser, entonces, que no toda película animada es recomendable para niños de cualquier edad. Así lo demostró la maravillosa El Viaje de Chihiro, y creo que es también el caso de Los Increíbles, donde no existe poesía visual como en aquella película japonesa, pero sí un cinismo no del todo comprensible para niños pequeños (o quizá sí, qué sé yo, después de todo los niños vienen cada vez más vivos).

Pero como los niños (por más vivos que sean) no leen críticas cinematográficas, me dirijo a ti, estimado lector, que no necesitas recurrir a hijos ni sobrinos para disfrutar de una buena aventura animada. Estás advertido: hay que verla en inglés subtitulado por más promocionada que esté la voz de Rada; Rada es Rada y tiene discos grabados, no hace falta ir al cine para escucharlo.

Los Increíbles es lo más parecido que vas a poder encontrar a una montaña rusa sin ir al Parque Rodó (ahora que lo pienso, no hay montaña rusa en el Parque Rodó). Es diversión de principio a fin, diversión inteligente, servida además con la creatividad de la gente de Pixar, los mismos creadores de Toy Story, Bichos, Monsters Inc. y Buscando a Nemo. Pero debo decir que yo no me divertía tanto con una película de Pixar al menos desde Toy Story 2 (1999), que era tan o más disfrutable que la primera.

La culpa la tiene un señor llamado Brad Bird, quien en 1999 había llamado mucho la atención con una estupenda película animada, El Gigante de Hierro, llena de imaginación e ingenio. Si para aquél antecedente Bird pudo haberse inspirado en E.T. y en las películas de ciencia ficción de los años ’50, Los Increíbles parece tomar prestado de las series de televisión familiares del tipo de Los Supersónicos, además de mucha referencia cultural y gráfica de aquella misma época. Gran parte del atractivo del film proviene del diseño retro-futurista de los personajes y los ambientes, que parecen salidos de avisos de electrodomésticos de los años ’50.

Después están los diálogos, casi siempre brillantes y jocosos y dirigidos al público más adulto capaz de seguir las ironías. O sea que la película atrapa tanto por los ojos como por los oídos. Es un poco larga, quizás, y promediando la hora la anécdota –increíblemente- se estanca un poco, pero todo el clímax del final renueva la atención y la energía. Incluso se controla bastante en la moralina y el mensaje de tolerancia familiar que subyace en la historia. Hay suficiente irreverencia y humor en los personajes y situaciones como para tomarse en serio cualquier tirada de línea.

Por Enrique Buchichio para Cartelera.com.uy