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Ficha

Resumen

En la primera película basada en la exitosa serie creada por Matt Groening, Homero Simpson tiene que salvar al mundo de una catástrofe ambiental que él mismo ha creado. Todo comienza con su nueva mascota (un cerdo) y un silo con una fuga llena de excrementos, una combinación que desencadena un desastre como nunca antes había experimentado Springfield.

Comentario de Cartelera.com.uy

En pocas palabras…: La primera película de Los Simpson luce como un episodio extendido de hora y media, con todo lo que eso implica: puede lucir un poco excesivo, pero si sos fanático/a probablemente colme tus expectativas.

Humor amarillo

No soy un seguidor de la serie ni mucho menos un fanático. Nunca supe qué día de la semana ni a qué hora lo dan, si bien reconozco el ya clásico tema de Danny Elfman que abre cada episodio. Me considero apenas un espectador esporádico que, al hacer zapping y pasar por el Canal Fox, suele prenderse con las locuras de Los Simpson cuando encuentra algún capítulo ya empezado. Siempre me resultó un tipo de humor ingenioso y bastante irreverente, que desnuda con bastante inteligencia algunos estereotipos de la sociedad y de la cultura estadounidense y, por ende, global. No es un humor que me haga revolcar de risa ni mucho menos, pero por lo menos me resulta disfrutable.

Este año, en que la creación de Matt Groening llega por primera vez al cine, la serie de Fox cumple 18 temporadas, y ya se supo que hay aseguradas por lo menos otras tres temporadas, confirmándola como la serie más longeva en la historia de la televisión. Muchos verdaderos seguidores de Los Simpson coinciden en afirmar que las más recientes temporadas han perdido tanto en creatividad como en sarcasmo respecto a los primeros años de la serie. Y es que no hace falta ser un gran conocedor para darse cuenta lo influyente que resultó Los Simpson en la televisión que se hizo a partir de los años ’90. Ni para asumir que un producto se mantiene 18 años en el aire –y en horario central- porque sigue contando con buen rating y produciendo millonarias ganancias a la Fox, y no precisamente –o al menos no solamente- por su calidad. ¿Qué quiero decir con esto? Que Los Simpson ya no son la creación posmoderna y hasta cierto punto contracultural que sacudió el panorama televisivo en 1989; Los Simpson ya son, con sus altos y sus bajos, parte del establishment televisivo norteamericano.

¿Era necesario hacer una película? La pregunta puede ser un poco inútil (la película ya está hecha, después de todo), pero realmente quisiera saber por qué un seguidor de la serie, que puede verla todas las semanas en la tele y en el formato para el cual fue concebida, pagaría una entrada (y quizá la del resto de su familia) por ver básicamente un episodio extendido de casi una hora y media en pantalla grande. A juzgar por la mayoría de los comentarios ingresados en esta página, y por el éxito mundial de boleterías, la respuesta a esa pregunta al comienzo de este párrafo parece ser ampliamente afirmativa. En mi opinión, la experiencia de verla puede ser más o menos gratificante según las expectativas de cada uno y la complicidad que se tenga con el humor de los creadores de la serie.

La película inventa una anécdota jugosa, que probablemente hubiese quedado un poco grande para un episodio de media hora, pero que también puede resultar algo desmedido extenderla durante el triple de ese tiempo. Obviamente que se ha echado mano a casi todos los personajes secundarios que pueblan Springfield, por más que la mayoría de ellos no aparezca más de unos pocos segundos, y se han creado tres o cuatro gags realmente graciosos (la cocoa en la ventana, los peces electrocutados, Bart desnudo, casi todo lo que involucra al “puerco araña”). El comienzo es realmente divertido y el ritmo vertiginoso no permite aburrirse, pero me parece que promediando la mitad de la historia (donde metieron mano nada menos que 11 guionistas, incluyendo a Groening y al productor James L. Brooks) el asunto se queda, pierde sorpresa, y termina resolviéndose de manera predecible.

Por suerte los personajes (sobre todo los miembros de la familia amarilla) siguen teniendo su encanto y permanecen más o menos fieles a sus rasgos característicos; y por suerte no se ha abusado de guiños internos que habrían vuelto a la película impenetrable para quienes no estén familiarizados con el universo Simpson. Hay un par de “cameos” muy divertidos (Green Day, Tom Hanks, “Arnold Schwarzenegger”) y, mientras transcurren los créditos (esa lista de gente que trabajó en la película y que quiere que te aprendas sus nombres, según Homero), hay una pequeña sorpresa para quienes hayan sabido esperar estos 18 años.

Por Enrique Buchichio para Cartelera.com.uy