Iron Man: el hombre de hierro

Iron Man: el hombre de hierro

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Presentado por
  • Titulo original: Iron Man
  • Dirección: Jon Favreau
  • Género: Acción-Ciencia ficción
  • Protagonistas: Robert Downey Jr. - Terrence Howard
  • País: Estados Unidos Año: 2008
  • Duracion: 2h06'
  • Elenco: Gwyneth Paltrow - Jeff Bridges - Leslie Bibb
  • Sitio oficial IMBD
  • Disponible en: DVD
  • Tipo: Película
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Ficha

Resumen

Tony Stark (Robert Downey Jr.) es un industrial multimillonario y genial inventor especializado en la fabricación de armas. Cuando es secuestrado y herido por un grupo terrorista, Stark utiliza su ingenio para construir una armadura que le permite escapar. Aunque él todavía no lo sabe, ha nacido un nuevo héroe: el Hombre de Hierro. Y una nueva creación de Marvel ha llegado al cine para quedarse.

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Trailer

Comentario de Cartelera.com.uy

En pocas palabras…: Un pasatiempo entretenido que prioriza el desarrollo de una historia y de un personaje por sobre el mero despliegue de acción y efectos visuales. Robert Downey Jr. es un perfecto Tony Stark.

Full Metal Jacket

La industria del cine (o sea, Hollywood) siempre ha respondido a diferentes momentos sociales y/o políticos con un tipo de cine determinado para consumo popular. Por ejemplo, durante la gran depresión posterior al crack de 1929 hubo un auge del cine de terror basado en monstruos mitológicos o literarios (Drácula, Frankenstein, El Hombre Lobo); durante los años de la paranoia McCarthysta de los’50, en plena Guerra Fría, pululaban las películas de ciencia ficción en la que invasores de otros mundos (generalmente el “planeta rojo”) venían a colonizar la Tierra y a lavar cerebros; el traumático desenlace de la guerra de Vietnam dio origen a la era de los “blockbusters”, entretenimientos de gran presupuesto y mayor recaudación inaugurada imprevistamente por Tiburón (1975) pero establecida oficialmente a partir de La Guerra de las Galaxias (1977).

El 11 de setiembre de 2001 cambió muchas cosas, como se sabe. Para empezar, vivimos en un mundo más inestable, más inseguro, donde los derechos humanos han pasado a sufrir los “daños colaterales” de la guerra contra el terrorismo emprendida por Bush y sus pocos aliados. Y para los Estados Unidos en particular, además de sus casi 3.000 muertos del World Trade Center, significó la violación de una falsa seguridad nacional que los hizo sentir más vulnerables y desprotegidos que nunca. Es lógico que, ante la ineficacia y el despropósito de la respuesta oficial, los estadounidenses hayan encontrado cierto refugio o ideal de protección en las salas de cine. Eso tal vez ayude a explicar el éxito que tienen, en general, las adaptaciones de comics a la pantalla grande en estos últimos años, si bien es cierto que la moda ya venía de antes del 11/9 (la primera X-Men es del 2000, y Matrix, si bien no es un superhéroe surgido del comic, ya había marcado cierta tendencia un año antes).

Ya lo decía la tía Mae en El Hombre Araña 2 (la primera secuela de la exitosa saga escrita después de los atentados): “Necesitamos un héroe, personas que se sacrifiquen corajudamente, que sean ejemplo para todos nosotros. Todo el mundo ama a los héroes”. Héroes cinematográficos son lo que sobra, y más desde que Hollywood parece decidido a inaugurar una nueva franquicia para cada superhéroe del mundo de las historietas. Para no ser uno de los personajes más populares del universo Marvel, como sí lo son Peter Parker, Hulk, Los Cuatro Fantásticos y los propios X-Men, Iron Man tuvo una recepción más que suficiente en la taquilla norteamericana (más de 100 millones de dólares en su fin de semana de estreno) como para asegurar su continuación; Robert Downey Jr. acaba de firmar contrato para protagonizar la secuela.

Es una buena noticia, después de todo. Porque –junto con las dos primeras partes de X-Men y con algunos aspectos de la cuestionada pero interesante Hulk, que dirigió Ang Lee- Iron Man debe ser una de las mejores películas que se han hecho sobre súper héroes marca Marvel. Es la primera, además, que produce la propia compañía, hasta ahora sólo productora asociada de los emprendimientos que autorizaba. Se ve que llegó un momento en que Marvel sintió la necesidad de tener un poco más de control sobre las adaptaciones de sus creaciones. Lo cierto es que, más allá de la fidelidad al original de Stan Lee y otros –que podrán certificar sólo los seguidores del Hombre de Hierro-, Iron Man es una película muy entretenida y posee uno de los personajes más atractivos del mundo del comic (al menos del comic llevado al cine).

Downey Jr. tiene mucho que ver con eso. Es un verdadero placer verlo en la pantalla, desde que aparece por primera vez sosteniendo un vaso de whisky dentro de un vehículo militar blindado en medio del desierto afgano, hasta el último cuadro de la película, en que lo vemos… bueno, mejor no adelantamos nada. Sí conviene advertir a los impacientes que, al final de los créditos, hay una escenita que vale la pena ver; no es que revele nada demasiado trascendente, pero deja abierta de par en par la puerta para la segunda parte, además de contar con un invitado de lujo…

Por otro lado, debe ser la primera vez que un súper héroe se mezcla de manera tan explícita con acontecimientos actuales y reales: en particular el conflicto en Afganistán y, en un marco más general, la militarización del mundo y la proliferación de armamentos en manos de todo tipo. Es cierto que hay que perdonarle a la película que pinte a sus villanos árabes como malos de una sola pieza, e incluso la hipocresía de que los haga practicar el submarino a un estadounidense, cuando ya todo el mundo sabe que son los estadounidenses los que confesamente han practicado ese y otros métodos de tortura a sus detenidos en el marco de la “guerra contra el terror”. Pero tampoco hay que esperar milagros. Bastante que su héroe desarrolla cierta conciencia antibélica (considerando que sobre la industria bélica precisamente construyó toda su riqueza) que precisamente lo impulsa a desarrollar su traje de hierro y traer un poco de justicia a este mundo violento y cruel.

Bien por el director Jon Favreau (Elf, Zathura), que logró armar una aventura movidita, con un par de estupendas escenas de acción, y que sobre todo priorizó el desarrollo de una historia y de un personaje por sobre el despliegue de efectos visuales (que de todos modos es generoso y llena el ojo). Y bien de nuevo por Robert Downey Jr., un estupendo actor desde hace tiempo (imposible olvidar su Chaplin de 1992) que parece estar viviendo un renacer artístico luego de años de adicciones y líos judiciales. Esperamos ansiosos verlo ponerse el traje de hierro otra vez.


Por Enrique Buchichio para Cartelera.com.uy

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