Los infiltrados

Los infiltrados

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Presentado por
  • Titulo original: The departed
  • Dirección: Martin Scorsese
  • Género: Drama-Policial
  • Protagonistas: Leonardo DiCaprio - Matt Damon
  • País: Estados Unidos Año: 2006
  • Duracion: 2h32'
  • Elenco: Jack Nicholson - Martin Sheen - Vera Farmiga - Mark Wahlberg
  • Sitio oficial IMBD
  • Disponible en: VHS DVD
  • Tipo: Película
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Ficha

Resumen

En el sur de Boston, el departamento de Policía lucha para desmantelar un círculo de crimen organizado. La clave es acabar con el poderoso jefe mafioso Frank Costello (Jack Nicholson), pero desde adentro de su propia organización. Billy Costigan (Leonardo DiCaprio) es un policía novato y el elegido para infiltrarse en el grupo mafioso. Mientras Billy trata de ganarse la confianza de Costello, otro policía, Colin Sullivan (Matt Damon), escala rangos policiales hasta un puesto en la Unidad de Investigaciones Especiales cuya misión es terminar con Costello. Lo que sus jefes no saben es que Colin trabaja doblemente para Costello, manteniendo al jefe criminal informado sobre todo lo que pasa en la policía. Cada uno por su lado debe apurarse a encontrar a tiempo al soplón que se infiltró en su grupo porque esa es la única manera de salvarse a sí mismo.

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Comentario de Cartelera.com.uy

En pocas palabras…: No está entre lo mejor de Scorsese, pero es un buen policial con algunos momentos intensos, una vertiginosa narración casi sin pausas, y un estupendo elenco (a pesar de Jack, que excede su personaje).

Nido de ratas

A diferencia de la creencia popular, Martin Scorsese es un genial director de cine más allá de sus películas sobre mafiosos. Es cierto que algunas de sus mejores obras (Calles Salvajes, Buenos Muchachos, Pandillas de Nueva York) tienen lugar en ambientes del crimen organizado, pero si se repasa su filmografía se comprobará que son muy pocas. En realidad sus áreas de interés han sido extraordinariamente variadas, desde la alienación urbana de Taxi Driver o Vidas al Límite, a la hipocresía social de La Edad de la Inocencia, pasando por el retrato de personalidades complejas o incomprendidas (Toro Salvaje, La Última Tentación de Cristo, El Aviador). En el medio hay mucho más, claro, incluyendo su incursión en el budismo (Kundun) y hasta el estupendo rigor testimonial de una época convulsionada desde la perspectiva de un icono musical (No Direction Home: Bob Dylan).

O sea que “los orígenes” de Scorsese es un concepto muy amplio. Sus orígenes vitales, esos sí, están en las calles del barrio neoyorquino de Little Italy, donde creció rodeado de tipejos más o menos peligrosos que de seguro fueron fuente de inspiración para varias de sus películas, empezando por la fermental Calles Salvajes (1973), que filmó en las mismas locaciones de su infancia y adolescencia. Y algo de eso hay en el prólogo de Los Infiltrados (que en realidad se ambienta en el sur de Boston), cuando muestra la fascinación curiosa del pequeño Colin Sullivan (que luego será Matt Damon) por la figura oscura de Frank Costello (Jack Nicholson). Imposible no pensar también en Buenos Muchachos (1990), cuya narración en off de Henry Hills (Ray Liotta) comenzaba diciendo: “Desde que puedo recordar, siempre quise ser un gángster”...

Sin embargo Los Infiltrados no es una película específicamente sobre la atracción que el crimen organizado puede ejercer sobre individuos corruptibles, ni un retrato de los lazos que se crean entre criminales con rasgos de humanidad. Es un thriller sobre identidades ocultas y cruzadas, sobre motivaciones diferentes para ponerse una máscara, sobre chicos del barrio que simulan ser. Uno es un policía adentro de la mafia; el otro es un mafioso adentro de la policía. El interés radica en ver quién descubre a quién primero, y quién saldrá vivo al final de todo. Así de simple.

No parecería ser un tema especialmente fascinante para un director maestro que ha transitado prácticamente todos los temas y géneros. Debe tratarse simplemente de un encargo y punto, una remake más dentro de una seguidilla de remakes hollywoodenses que últimamente ha puesto su foco de atención en el cine de Oriente (Los Infiltrados se basa en la película de Hong-Kong Asuntos Infernales, de Wai Keung Lau y Siu Fai Mak, que puede encontrarse en video). Claro que en manos de uno de los mejores cineastas vivos eso de “una remake más” puede ser relativo (no es la primera que hace Scorsese, quien en 1991 filmó una nueva versión del thriller Cabo de Miedo). Habría que ver el original para saber si valió la pena, pero más allá de las comparaciones Los Infiltrados puede considerarse un buen policial con algunos momentos intensos, una vertiginosa narración casi sin pausas, y una rara ironía que a veces se acerca directamente al humor negro (casi siempre de la mano de Costello... entre otras manos...).

El guión de William Monahan es en general irreprochable, con excepción de algún cabo suelto (o tal vez fue mi incapacidad mental para entender alguna pista sutil, todo puede ser). Pero creo que está de más toda la subtrama de la psiquiatra que interpreta Vera Farmiga, que además es poco aprovechada para profundizar el enfrentamiento entre Sullivan y Costigan (Leo DiCaprio). Es más, la película baja de revoluciones cada vez que ella aparece, algo que tal vez esté buscado para expresar el rol de contención que cumple esa figura femenina en la complicada vida de los dos hombres. Pero parece mucho más interesante la mujer de Costello, que sin embargo queda relegada prácticamente al rol de un adorno.

El resto del elenco es impecable, empezando por Matt y Leo (este último colaborando por tercera vez consecutiva con el director, a esta altura ocupando un lugar en la filmografía de Scorsese similar al que Robert De Niro ocupaba en los ’70) y siguiendo por toda la galería de tipejos que componen el séquito de Costello (especialmente disfrutable es la composición del inglés Ray Winstone) así como el equipo de policías encabezado por el estupendo Alec Baldwin. Hay una excepción, sin embargo (y aquí voy a ser polémico): Jack Nicholson. No es que esté mal (por Dios, no soy tan blasfemo), sino que se trata de un error de casting. Jack posee una figura demasiado imponente, y sin duda está perfecto cada vez que hace básicamente de sí mismo (es decir, de un tipo simpático, algo alocado, bastante seductor, con esa sonrisa diabólica y esa mirada pícara de gato que se acaba de comer al ratón), pero como capo mafioso irlandés que debería meter miedo, simplemente no le creo. En Pandillas de Nueva York (2002), donde Leo también ocultaba su verdadera identidad a la sombra de un villano, cada vez que Daniel Day-Lewis aparecía en pantalla uno sentía un escalofrío recorriéndole la espalda; en Los Infiltrados, cada escena que Jack se roba (todas en las que aparece) termina siendo más cómica que otra cosa.

En Hollywood, donde lo que cantan son los números, Los Infiltrados es la película comercialmente más exitosa en la carrera de Scorsese, quien acaba de firmar un contrato millonario de primera opción con Paramount Pictures. Lo tiene merecido, después de todo. Y en un año que no ha sido particularmente brillante es probable que esté nominado nuevamente al Oscar, y quizás hasta se lo den, aunque más no sea por la vergüenza de no habérselo dado nunca hasta ahora. Y estará bien que así sea, no por esta película en particular –que no está entre lo más interesante de su carrera- sino por el conjunto de una obra brillante. Sería una más de las tantas contradicciones de un premio que, en realidad, no se caracteriza precisamente por abrazar la calidad artística.


Por Enrique Buchichio para Cartelera.com.uy

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