La habitación del hijo

La habitación del hijo

Presentado por
  • Titulo original: La stanza del figlio
  • Dirección: Nanni Moretti
  • Género: Drama
  • Protagonistas: Nanni Moretti - Laura Morante
  • País: Italia-Francia Año: 2001
  • Duracion: 1h35'
  • Elenco: Nanni Moretti - Laura Morante - Jasmine Trinca - Giuseppe Sanfelice - Silvio Orlando
  • Sitio oficial
  • Disponible en: VHS DVD
  • Tipo: Película
Presentado por

Ficha

Resumen

Una familia unida que vive en una ciudad pequeña al norte de Italia. El padre, Giovanni (Nanni Moretti); la madre, Paola (Laura Morante), y sus dos hijos adolescentes: Irene, la mayor, y Andrea, el pequeño.
Giovanni es psicoanalista. En su consultorio, situado al lado de su apartamento, sus pacientes le confían sus neurosis, que contrastan con la calma de su propia existencia. Su vida se rige por una serie de costumbres o manías: leer, escuchar música, aislarse y agotarse haciendo largas carreras por la ciudad. Un domingo por la mañana, un paciente llama a Giovanni por una urgencia. No puede salir a correr con su hijo, tal y como le había propuesto; Andrea sale a bucear con sus amigos, pero no volverá...
Un drama conmovedor, angustiante, tal vez catártico sobre el sentido del duelo, la exploración de los lazos familiares quemados por el dolor, y la supervivencia que se mantiene, inalterable, a pesar de todo.
Palma de Oro a la Mejor Película en el Festival de Cannes 2001. Premios David de Donatello 2001: Mejor Película, Mejor Actriz (Laura Morante), Mejor Música.

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Comentario de Cartelera.com.uy

El dolor hecho cine

Nada de lo visto hasta ahora en Uruguay del italiano Nanni Moretti había anticipado el desgarro emocional que significa ver La habitación del Hijo. Tanto Caro Diario (1994) como Aprile (1998) -las dos únicas películas anteriores de este italiano que se estrenaron acá, si bien Cinemateca ha proyectado algunas de sus otras obras, como Palombella Rossa (1989) y La Misa ha terminado (1985)- eran comedias semiautobiográficas donde Moretti básicamente se interpretaba a sí mismo mientras echaba una mirada original, cínica y a veces poética sobre algunos aspectos de la sociedad italiana.
La Habitación del Hijo, que le valió la Palma de Oro en el Festival de Cannes 2001, es en cambio un drama profundo y desolador sobre el duelo de una familia tras la muerte de uno de sus miembros. Y en él Moretti, aunque sigue siendo básicamente el mismo Moretti que conocemos, interpreta al padre de esa familia con una sensibilidad y una entrega que no había revelado en ninguna de sus "actuaciones" anteriores. Es como si un día Woody Allen nos sorprendiera interpretando a un tipo que no fuera él.

Entonces resulta admirable lo que hace Moretti en su doble función de actor y director; uno trata de imaginarse cómo hizo, durante el rodaje, para salir de la piel de su personaje y convertirse en el director de cine que debe evaluar el trabajo de su equipo y de su elenco, y pedir que se realice, por ejemplo, otra toma. Y cómo al hacerlo debía volver a transformarse en ese padre doliente y volver a sufrir frente a la cámara como lo hace durante casi toda la película.
Ese sufrimiento se contagia al espectador, al menos al espectador sensible. Y es sencillo darse cuenta cómo Moretti lo logra: dedica un buen primer tramo del film a hacernos parte de esa familia, describiéndonos la entrañable relación que los une, el amor que llena el hogar, las pequeñas rutinas de cada uno y la interacción con los otros. Entonces, cuando sucede la tragedia, padecemos el masazo como si se tratase de nuestro hermano, o de un hijo, y después no nos queda más opción que acompañar al resto de la familia a superar el trauma. Formamos parte de ese duelo nos guste o no, y no tanto por identificación sino por comprensión, y porque Moretti desarrolla ese proceso con absoluta credibilidad, riqueza en matices y rasgos de emoción poco frecuentes en el cine contemporáneo.

Hay todo un costado de la trama que hace la cosa aún más interesante: Giovanni, el padre que hace Moretti, es psicoanalista, y antes de la muerte del hijo lo vemos atendiendo a sus pacientes con la mezcla de frialdad y racionalidad propia de un profesional. Después de su pérdida, sin embargo, mientras nos preguntamos cómo haría un psicoanalista para seguir ayudando a otros mientras se desgarra por dentro, nos damos cuenta de que tratando de mantener su profesionalismo lo que Giovanni hace es curarse a sí mismo. La relación que establece con sus pacientes, en particular con uno interpretado por su amigo Silvio Orlando (que ha actuado en otras películas de Moretti), permite revelar el costado humano de ese psicoanalista que, antes de su tragedia personal, parecía inmune al sufrimiento.

Moretti encuadra esos padecimientos familiares en una rara belleza formal, mediante una cámara que sigue a los personajes, estudia sus rostros, capta sus transformaciones y se toma su tiempo para entregar al espectador momentos de estremecedora carga dramática: Giovanni poco después de la muerte de su hijo, intentando lidiar con la noticia en medio de un parque de diversiones; Giovanni intentando dejar un mensaje telefónico para informar a alguien de lo sucedido; su esposa (la magnífica Laura Morante) tratando de comunicarle la noticia a una ex novia de su hijo; la desolación de la hermana que llega a casa y encuentra un silencio total, mientras ve cómo sus padres se distancian irremediablemente al no poder convivir con el dolor; Giovanni, una vez más, comprando un disco para su hijo muerto (el bellísimo tema que escucha es "By this river", de Brian Eno). Y esa sucesión de momentos nos acerca a una reflexión que no por obvia resulta menos valiosa: la importancia de poder reconocerse en el dolor del otro, en el dolor compartido, para superar esa sensación de que la vida ya no tiene sentido y de que no parece haber manera de seguir adelante.

La película no tiene un "final feliz", al menos no en el sentido tradicional al que Hollywood nos ha acostumbrado. Es más bien un final abierto, donde quedan más preguntas flotando en el aire que respuestas acerca del futuro de esa familia desmembrada, aunque Moretti transmite una innegable sensación de reencuentro. Un reencuentro agridulce, aún doloroso: vemos a los miembros restantes de esa familia camino hacia el mar, casi como sobrevivientes. La cámara se aleja, llevándose al personaje que ayudó a despabilarlos, y en la banda sonora suena una vez más la canción de Brian Eno: "Through the day / As if on an ocean / Waiting here, always failing to remember why we came, came, came / I wonder why we came"...


Por Enrique Buchichio para Cartelera.com.uy

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