Historias de familia

Historias de familia

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Presentado por
  • Titulo original: The squid and the whale
  • Dirección: Noah Baumbach
  • Género: Comedia dramática
  • Protagonistas: Jeff Daniels - Laura Linney
  • País: Estados Unidos Año: 2005
  • Duracion: 1h28'
  • Elenco: Jesse Eisenberg - Owen Kline - William Baldwin - Anna Paquin
  • IMBD
  • Disponible en: DVD
  • Tipo: Película
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Ficha

Resumen

Ubicada en Brooklyn en 1986, Historias de Familia captura con extraordinaria proximidad el funcionamiento interno de la familia Berkman. Bernard (Jeff Daniels), novelista en cierta época exitoso, y su esposa Joan (Laura Linney), escritora esporádica, han decidido separarse. Sus dos hijos, Walt (Jesse Eisenberg), de 16 años y Frank (Owen Kline), de 12, son abandonados para enfrentar sus confusos y conflictivos sentimientos por su cuenta. La experiencia es algo tierno, divertido y finalmente conmovedor para Walt por su edad, y tortuosamente prematuro para Frank. La película presenta hábilmente la realidad de una familia en proceso de aprendizaje para redefinirse como tal.

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Comentario de Cartelera.com.uy

En pocas palabras...: Un retrato honesto y revelador de la descomposición de un matrimonio, visto desde la perspectiva de los hijos adolescentes.

Kafka, o el calamar y la ballena

Pocas películas han sabido capturar el proceso de desintegración de un matrimonio, y en particular su efecto en los hijos, como ésta, escrita y dirigida con honestidad brutal por Noah Baumbach. Es que Baumbach, nacido en Brooklyn en 1969, se basa en sus experiencias personales como hijo de una pareja de intelectuales divorciados (el novelista y crítico de cine Jonathan Baumbach; y la crítica del Village Voice Georgia Brown). De ellos seguramente heredó todo ese bagaje de conocimientos literarios y cinematográficos, muchos de ellos inútiles, que su alter ego en la película no deja de recitar.

Hay dos escenas muy buenas que grafican esa influencia: durante una cena familiar, el padre (Jeff Daniels) le recomienda a su hijo descartar un libro de Dickens que le han mandado leer en la escuela porque es “una obra menor”; la madre (Laura Linney), en cambio, aconseja que el chico lo descubra por sí mismo, pero él se queda con el consejo del padre. Más adelante, el chico comentará con una aspirante a novia La Metamorfosis de Kafka, catalogándola como “muy kafkiana”, ante lo cual ella lo mirará extrañada, riendo: “es que fue escrita por Kafka”. No se trata de un mero derroche de intelectualidad, sino de una manera de describir una forma de comunicación entre miembros de una familia en la que el conocimiento ha suplantado los verdaderos afectos. Se trata, en definitiva, de un hijo imitando al padre que admira, y distanciándose lo más posible de su madre. Es decir, tomando partido entre dos fuerzas rivales.

Junto a su amigo y colega Wes Anderson (Rushmore, The Royal Tenenbaums), con quien co-escribió Vida Acuática (2004) y la próxima The Fantastic Mr. Fox, Baumbach es todo un especialista en el retrato de familias disfuncionales. Es un digno heredero de la dramaturgia de un Woody Allen, por ejemplo, pero con mayor cariño por sus personajes. Como director, no esconde ciertas influencias; es más, las subraya, como cuando le hace decir a Daniels un comentario sobre la nouvelle vague, cuyo estilo de montaje en discontinuidad y desprolija cámara en mano imita con absoluta justificación (si se está retratando a una familia que es un desastre, no se puede pretender una belleza de encuadre). Al mismo tiempo lo que logra Baumbach con semejante estética es evitar la sensiblería, algo en lo que habría caído un director mediocre filmando una historia similar para un gran estudio de Hollywood.

Sus maravillosos actores tienen parte del mérito: Daniels nunca estuvo tan simple y tan bien, y al mismo tiempo tan vulnerable; Linney (una maravilla de actriz) aparece desnuda de maquillaje como si estuviera en el living de su casa; y los chicos Jesse Eisenberg y Owen Kline lucen absolutamente convincentes como los confundidos hijos de la pareja.

El cuadro es bastante patético y por momentos incómodo (está lleno de situaciones tensas, de torpezas sexuales y de pequeñas perversiones típicamente adolescentes), pero también muy honesto y humano. A fin de cuentas se trata de dejar al descubierto las miserias de dos adultos que lucen mucho más desorientados que sus propios hijos adolescentes; uno sólo puede imaginar los años de terapia que le debe haber llevado a Baumbach superar eso. O tal vez no, y esta película sea una forma de hacer las pases con sus progenitores y declararles, siendo ya un adulto convertido en director de cine, que a pesar de todo los quiere mucho. Porque detrás de semejante imperfección hay un legítimo afecto, aunque no se llegue a afirmarlo más que con la mención de un recuerdo infantil (el calamar y la ballena del título original) mucho más fuerte que cualquier lectura de Kafka.


Por Enrique Buchichio para Cartelera.com.uy

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