El ladrón de orquídeas

El ladrón de orquídeas

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  • Titulo original: Adaptation
  • Dirección: Spike Jonze
  • Género: Comedia dramática
  • Protagonistas: Nicolas Cage - Meryl Streep
  • País: Estados Unidos Año: 2002
  • Duracion: 1h54'
  • Elenco: Nicolas Cage - Meryl Streep - Chris Cooper - Cara Seymour - Tilda Swinton - Brian Cox
  • IMBD
  • Disponible en: VHS DVD
  • Tipo: Película
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Ficha

Resumen

Esta película de los creadores de ¿Quieres ser John Malkovich? (director Spike Jonze; guionista Charlie Kaufman) presenta a Nicolas Cage en el papel de Charlie Kaufman, un confundido guionista de Los Angeles abrumado por una crisis de autoestima y por las ambiciones de guionista de su hermano gemelo Donald (también interpretado por Cage). Cuando Charlie es contratado para adaptar a la pantalla el libro "El ladrón de orquídeas", de Susan Orlean, las vidas de Kaufman, Orlean (Meryl Streep) y John Laroche (Chris Cooper), el ladrón de orquídeas que inspiró el libro, se interconectan extrañamente. Por su trabajo, el notable Chris Cooper obtuvo el Oscar al mejor actor de reparto.

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  • Film & Arts

    • Sábado 23 de Marzo

      • 24:00

Comentario de Cartelera.com.uy

Opiniones gemelas

- Charlie Kaufman es un genio. Consciente de la abundancia de clichés que inunda el cine de Hollywood, no sólo da cuenta de ellos sino que los utiliza para narrar una historia totalmente original. ¿No es genial?

- A mí me parece más bien un chanta. Es fácil percibir que se trata de una película original, con un planteo de personajes y situaciones muy poco común y una tendencia a salirse de la maquinaria que produce casi todo el cine industrial. Lo que me resulta un poco más difícil es determinar si eso alcanza para que sea una buena película.

- Sólo con esos actores magníficos bastaría para que sea buena. Además, la dirección de Spike Jonze es creativa y precisa. Pero lo mejor, por lejos, es el libreto. Es la mejor adaptación que he visto de un libro al cine, porque es honesta. El tipo se encontró tratando de escribir un guión basado en un libro en el que no había una historia, un libro tipo reportaje filosófico sobre un raro cazador de orquídeas escrito en tono de progresiva admiración por una periodista neoyorquina. Pero a determinada altura, el tipo se da cuenta de que lo más interesante del guión que debe escribir es su imposibilidad de escribirlo. ¡¿No es genial?!

- Sinceramente me parece una pelotudez. Lo que pasó es que, un buen día, Charlie Kaufman se dio cuenta de que había generado demasiadas expectativas con un guión “ingenioso” (Being John Malkovich), y trató de hacer uno más ingenioso todavía. El resultado es una comedia más o menos graciosa sobre un guionista neurótico al extremo, te diría patéticamente inseguro, que al final deriva en... bueno, no voy a contar el final. Pero basta con decir que hacía tiempo que no veía un tercer acto más desconcertante.

- ¿Y qué tiene de malo eso? Justamente, Kaufman está reciclando todos los clichés del cine de Hollywood en una misma película, para tomarles el pelo y decirte en la cara que una película no tiene por qué contar con ellos para ser una buena película. Dice que no hay que narrar en off, y lo hace desde el principio; dice que las personalidades múltiples son un lugar común, y se inventa un hermano gemelo que bien podría ser su otro “yo”, digamos, “comercial”. Es un poco sátira y otro poco parodia (sátira como lección, parodia como juego, como diría Nabokov). Y al final, hay que recordar las palabras de Robert McKee en la película: “Dale al público un final impresionante, y se olvidarán de cualquier imperfección que pudo haber tenido el desarrollo de la película”. Eso es justamente lo que hace, dar un final totalmente inesperado, shockeante y emocionante.

- Un final traído de los pelos, y, disculpame, ¡berreta! La película venía bien, podía haber sido un ácido comentario sobre la industria del cine y sus vericuetos, casi kafkianos (con esa misma idea había trabajado Being John Malkovich). Sin embargo, el tipo elige la provocación, lo bizarro por lo bizarro. La pregunta es, ¿a quién deja contento? ¿A quienes se aburrieron desde el comienzo? Lo dudo, porque van a entender menos lo que está pasando. ¿A quienes se engancharon con la idea? Menos, porque el final parece sacado de otra película.

- No lo tomes como una historia lineal, porque no lo es. Atendé las palabras de Kaufman: “No quiero hacer una típica película de Hollywood. No quiero terminar metiendo sexo, persecuciones de autos, o armas. O personajes aprendiendo profundas lecciones de vida. O madurando, o llegando a apreciar al prójimo, o superando obstáculos para triunfar al final. El libro no es eso. La vida no es eso”. ¿Entendés?

- De acuerdo, el hombre quiere hacer algo no convencional. Quiere hacer “simplemente una película sobre flores”. Pero se da cuenta que eso es imposible, que una película tiene que ser sobre gente a la que le pasan cosas, salvo que estés interesado en hacer un documental soporífero.

- Exacto. El tipo tiene principios, pero se da cuenta de que esos principios se estrellan contra una pared. ¿Una película como la vida, en la que no pase nada extraordinario? Cito a McKee: “¿Por qué querés someterme a semejante pérdida de tiempo?” ¿Acaso se paga una entrada para ver “no pasar nada”? Entonces Kaufman entra en el juego, pero en sus propios términos. Al que le guste bien; al que no, mala suerte. Una película, se diría, más allá de toda lógica. Una película posmodernista. Una genialidad...

- A mí me parece más bien un fiasco. Me parece que el tipo se cree más vivo de lo que es, sin mencionar su exceso de narcisismo: no sólo se coloca como personaje de su propio guión, ¡sino que lo hace dos veces!

- Un genio.

- Un chanta.


Por Enrique Buchichio y Daniel Buchichio para Cartelera.com.uy

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