El discurso del rey

El discurso del rey

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  • Titulo original: The King's speech
  • Dirección: Tom Hooper
  • Género: Drama histórico
  • Protagonistas: Colin Firth - Geoffrey Rush
  • País: Reino Unido-Australia Año: 2010
  • Duracion: 1h58'
  • Elenco: Helena Bonhan Carter - Guy Pearce - Derek Jacobi
  • Sitio oficial IMBD
  • Disponible en: DVD
  • Tipo: Película
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Ficha

Resumen

Basada en una historia real, la película se centra en el rey Jorge VI de Inglaterra (Colin Firth), padre de la actual reina Isabel II, quien se vio obligado a ocupar el trono tras la abdicación de su hermano Eduardo VIII. Su tartamudez lo lleva a buscar la ayuda de un terapeuta de trastornos del habla (Geoffrey Rush), quien con una serie de técnicas poco ortodoxas intenta lograr que el rey pueda dirigirse al pueblo en tiempos de la Segunda Guerra Mundial.

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Trailer

Comentario de Cartelera.com.uy

En pocas palabras…: Si la realeza no te genera la menor simpatía, no importa; en realidad se trata de cómo un hombre muy inteligente y sensible ayudó a otro, al que le tocó ser rey contra su voluntad, a ganar confianza en sí mismo. Y de dos formidables actuaciones, las de Colin Firth y Geoffrey Rush.

Su majestad, el tartamudo

Sucede algo cuando uno se enfrenta a una película sobre los conflictos de un rey o una reina, y es que dependiendo de la simpatía que nos produzca la realeza uno se sentirá más o menos proclive a simpatizar con el monarca en cuestión. En mi caso esa simpatía es igual a cero, pero hay algo intrínseco a la experiencia de reinar y es que no se elige, se hereda, por lo cual los reyes y reinas pueden ser vistos como aristócratas tapados de joyas que viven en grandes palacios (lo son), o como individuos condenados al ejercicio de un poder y a una vida de rituales y protocolos que no siempre desean. Y ese sí que es un conflicto a atender…

El director Tom Hooper (Londres, 1972) es un especialista en el retrato íntimo de personajes históricos y su relación con el poder, como lo demostró en un par de premiadas miniseries de televisión producidas por la cadena HBO: Elizabeth I (2005), con Helen Mirren en el rol de la “reina virgen”, y John Adams (2008), en la que Paul Giamatti encarnaba al segundo presidente de los Estados Unidos. Esos antecedentes lo convertían en un candidato ideal para llevar a la pantalla este drama histórico (escrito por David Seidler) sobre el rey Jorge VI de Inglaterra, padre de la actual reina Isabel II, quien se vio obligado a ocupar el trono tras la abdicación de su hermano Eduardo VIII en 1936.

Y efectivamente el resultado (que acaba de recibir nada menos que 12 nominaciones al Oscar) no podría haber sido mejor. El Discurso del Rey es el interesantísimo retrato de un hombre vulnerable, atormentado por una inseguridad y un complejo de inferioridad de las cuales la tartamudez era apenas un síntoma. Lo más atrapante del asunto no es el conflicto interno de la familia real tras la muerte del rey Jorge V (Michael Gambon, en una actuación tan breve como notable), ni la cada vez más certera amenaza de una guerra con la Alemania de Hitler que se cernía sobre el pueblo británico. Esos dos aspectos de la historia están presentes, y son necesarios, para contextualizar el núcleo central: la relación entre el rey (antes Duque de York) y el terapeuta del habla Lionel Logue, quien ayudó al primero a superar la traba que le impedía expresarse con claridad y fluidez en público (un requisito importante si uno se enfrenta a la tarea de liderar a una nación, y más en tiempos de guerra).

Esa relación está marcada por dos personalidades contrastantes: la excesiva corrección y mal carácter de “Bertie” (como le llamaban al rey sus íntimos) y la poca ortodoxia de Logue (quien insistía en llamarle también “Bertie”, desconociendo por completo el protocolo). El de Logue es un personaje quizás más interesante que el propio Jorge, que en manos del australiano Geoffrey Rush amenaza por momentos con quitarle lucimiento al británico Colin Firth. Si esto no sucede es porque ambas actuaciones, estupendas, están en su justa medida y se complementan muy bien, redondeando un dueto actoral que carga enteramente con el peso de la película. A su lado hay que mencionar también la disfrutable composición que hace Helena Bonham Carter de Elizabeth, la reina consorte.

La película produce por momentos la sensación de estar viendo una obra de teatro, con escenas interiores que se suceden entre pocos personajes (hay pocos exteriores, los necesarios), sobre la base de un diálogo jugoso y disfrutable. Pero claro que se utilizan recursos formales decididamente cinematográficos: la dirección de arte a cargo de Eve Stewart es austera (y riquísima en detalles), y la fotografía de Danny Cohen (sobria, plagada de tonalidades oscuras) abunda en lentes gran angulares que magnifican la apreciación de las escenas en las que Jorge VI se siente oprimido por el entorno o las circunstancias que debe enfrentar. Y hay, aunque parezca raro en un film de época, un uso creativo del sonido que aporta de manera fundamental a la narración y el desarrollo dramático de la historia. Un ejemplo de ello es el momento en que Logue le hace leer a su paciente un monólogo de Hamlet, haciéndole escuchar música a un volumen considerable para que no se oiga a sí mismo; el espectador comparte a través del sonido la experiencia subjetiva de “Bertie”, de manera que – al igual que el duque - no escuchamos el resultado de la lectura hasta que él no reproduce la grabación más adelante.

Son detalles de una película riquísima, inteligente, excelentemente interpretada y que nos permite descubrir un capítulo poco conocido de la historia real británica. Y si la realeza no te genera la menor simpatía, no importa; en realidad se trata de cómo un hombre muy inteligente y sensible ayudó a otro, al que le tocó ser rey contra su voluntad, a ganar confianza en sí mismo. Y del comienzo de una hermosa amistad.


Por Enrique Buchichio para Cartelera.com.uy

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