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Ficha

Resumen

En el otoño londinense de 1888, Jack el Destripador cometió cinco asesinatos horribles y ceremoniosos a lo largo de un periodo de diez semanas, provocando una atmósfera frenética de chismes, rumores y terror. Nunca fue atrapado. Desde el infierno, el título de la película basada en la novela gráfica de Alan Moore y Eddie Campbell, se refiere a la dirección del remitente en una carta escrita por el Destripador. En el centro de todo se encuentran cinco prostitutas empobrecidas que comparten una desesperada amistad, la cual se torna más estrecha conforme su rango social se ve aterrorizado por el espeluznante asesino. La única autoridad aparentemente preocupada en proteger a estas marginadas por la sociedad victoriana es el Inspector Fred Abberline (Johnny Depp).

Comentario de Cartelera.com.uy

Vamos por partes...

El problema con desmitificar una leyenda es, precisamente, que nos quita su misterio. Lo que han hecho los hermanos Hughes es, por un lado, interesante; por el otro, imperdonable. De "Jack el Destripador" nunca se supo nada, ni quién fue, ni por qué lo hizo, ni si lo volvió a hacer bajo alguna otra falsa identidad. Y tratar de ensayar una teoría implica el riesgo de decepcionar. Así que hay que estar alertado.

Lo dicho no quiere decir que esa teoría no sea plausible. De hecho, es bastante lógico lo que plantea el guión de Terry Hayes y Rafael Yglesias (por más que, como sugiere Zapiola, no le haga mucha gracia a los masones), y hasta mete algún comentario punzante sobre la hipocresía de aquella sociedad británica y sobre el poder (que alcanza hasta los mismos aposentos de la reina Victoria). Es un guión, por otra parte, que va tejiendo con bastante habilidad su maraña de intrigas, víctimas y sospechosos. Le falta agilidad y le sobra, decididamente, un romance, pero no se puede negar que es una de las mejores versiones de las andanzas de Jack que se hayan hecho.

Mientras se asiste a su proyección, es casi imposible recordar que la filmografía anterior de sus jóvenes directores se compone de dos dramas urbanos contemporáneos. En Verdugos de la Sociedad (1993) y Presidentes Muertos (1995), estos mellizos practicaron un cine "social" más emparentado con el de otros directores negros como John Singleton o Spike Lee. Aunque, si se lo piensa mejor, esta incursión en los barrios bajos de Londres tiene algún punto en común con aquellos antecedentes: también es cine social (aquí tambien hay diferencias de clases y los marginados tratan de sobrevivir como pueden en un ambiente cruel), también hay drogas (el detective que hace Johnny Depp es adicto al opio) y, bueno, la violencia está a la orden del día. Si bien la película es mucho menos violenta de lo que podría esperarse; los Hughes trabajan la sutileza y el fuera de campo con gran puntería.

Otro de los fuertes del film es su atmósfera visual, lograda mediante la colaboración de los Hughes con un estupendo director de fotografía (Peter Deming), un par de buenos montajistas (Dan Lebental y George Bowers) y un director de arte (Martin Childs) que recupera a la perfección el 'look' del Londres victoriano. Hasta se permite un pequeño homenaje a un personaje célebre de entonces: John Merrick, el "hombre elefante" encarnado por John Hurt en la película de David Lynch. Merrick es tal vez el símbolo de la marginación en la época victoriana, cuando la aristocracia británica creía que se podía quitar un problema de encima con sólo taparlo apropiadamente. El otro símbolo de esos tiempos bien podría ser Jack, quien creía llevar adelante algún tipo de misión heroica al librar a Londres de sus prostitutas. O de pronto era sólo un lunático y nada más.

Por Enrique Buchichio para Cartelera.com.uy