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Ficha

Resumen

Margot Zeller (Nicole Kidman), además de ser una inteligente escritora, tiene una lengua viperina. Se presenta por sorpresa, junto a su hijo Claude (Zane Pais), en los preparativos de la boda de su hermana Pauline (Jennifer Jason Leigh), a la que no ha visto en mucho tiempo. En cuanto conoce a Malcolm (Jack Black), el futuro marido de su hermana, empieza a sembrar dudas sobre la boda, lo que provoca el enfrentamiento inevitable entre las dos hermanas, reabriendo viejas heridas y conflictos del pasado.

Comentario de Cartelera.com.uy

Aunque ya había dirigido al menos un par de películas poco conocidas (Pateando el tablero, Mr. Celos) y había escrito el guión de Vida acuática (2004) junto a su amigo Wes Anderson, lo cierto es que Noah Baumbach (Brooklyn, 1969) no llamó la atención como autor hasta Historias de Familia (The Squid and the Whale), un sensible y maduro retrato sobre familia disfuncional, basado en sus propias experiencias como hijo de padres divorciados e inspirado estilísticamente en el cine de la Nouvelle Vague. Fue una de las mejores películas del 2005 y le valió una nominación al Oscar como mejor guión original.

Su siguiente película como director y guionista se llama Margot en la Boda, y continúa su exploración de familias disfuncionales y formas de relacionamiento más o menos patéticas entre parientes o amantes. Y como pudo pasarle a Wes Anderson en la contemporánea Viaje a Darjeeling (2007), Baumbach no sólo se repite a sí mismo sino que, esta vez, termina realizando una película que puede resultar altamente irritante. Porque está bien que el tipo no conozca mucho más que el ambiente intelectual y de clase media neoyorquina en el que se crió, a cualquiera le puede resultar más fácil retratar ambientes conocidos, pero -a diferencia de lo que sucedía en Historias de Familia- aquí los personajes lucen carentes de cualquier tipo de conexión con la realidad, de algún mínimo rasgo de humanidad que le permita al espectador identificarse en algo con ellos, al menos entenderlos o interesarse por ellos.

No ayuda, por supuesto, la caprichosa personalidad de Margot, una escritora neurótica e inestable que se gana el rechazo del espectador casi desde las primeras escenas, mientras llega a la casa suburbana de su hermana durante los preparativos de la boda de ésta. Como tampoco ayuda la fría interpretación de Nicole Kidman, a esta altura convertida en una mujer rígida y transparente en casi todo lo que hace (es que la transformación casi michaeljacksoniana que ha sufrido su rostro no le permite otra cosa). Ni la de Jack Black, que intenta hacer películas más maduras que sus habituales comedias pero termina haciendo de sí mismo y luciendo fuera de lugar.

El único rasgo de humanidad y convicción de toda la película lo aporta la exquisita Jennifer Jason Leigh, una notable actriz cuya sola presencia - en el rol de Pauline, la hermana de Margot - justifica darle una oportunidad a una película por demás fría, irritante y olvidable.

Por Enrique Buchichio para Cartelera.com.uy