Cartelera

Ficha

Resumen

Catherine Deane (Jennifer López) es una psicóloga que ha estado experimentando con una nueva y radical terapia a través de la cual puede investigar lo que sucede en el subconsciente de otra persona, incluyendo sus sueños y sus más profundas pesadillas. Cuando el ingenioso asesino serial Carl Stargher (Vincent D'Onofrio) entra en un coma profundo, el agente del FBI Peter Novak (Vince Vaughn) convoca a Catherine para que haga lo impensable: penetrar en la demencial mente de Stargher y ubicar el lugar donde se encuentra oculta, aún con vida, su última víctima.

Las comparaciones con El Silencio de los Inocentes son inevitables desde la premisa, mediante la cual una mujer joven (en este caso una psicóloga) debe penetrar la mente de un asesino para hallar a una víctima aún con vida. Donde La Celda pisa terrenos nuevos es en el plano estrictamente visual. Es innegable la imaginación del director Tarsem Singh a la hora de poner en imágenes el retorcido subconsciente de su psicópata; allí hay, además, logros brillantes no sólo en materia de efectos visuales sino también de vestuario (a cargo de April Napier y Eiko Ishioka, quien ganó el Oscar por el Drácula de Coppola), cámara y fotografía (de Paul Laufer), montaje (Paul Rubell y Robert Duffy) y sobre todo dirección artística (a cargo de Tom Foden). La estética visual de Singh abarca también la inclusión de numerosa iconografía religiosa que cobra vida a través de ese "paseo por los infiernos" de una perturbada mente humana.

El show está armado para no dejar pensar demasiado al espectador en las debilidades del libreto, y para que permanezca boquiabierto ante cada nueva secuencia subconsciente en la que se interna Jennifer. La película echa mano, además, a la capacidad de un actor como Vincent D'Onofrio (Ed Wood, Hombres de Negro, El Piso 13) para asumir con credibilidad el rol de un individuo desquiciado.