Silencio de Trino

Tamara del Castillo

  • Muestra: Silencio de Trino
  • Género: Técnicas varias

Ficha

Resumen

Silencio de Trino de Tamara del Castillo

Exposición de ilustraciones y textos

hecho poético

domingo 27 de enero 19 hs


con la participación amorosa en lecturas y piano
de Maggy Wohler y Javier Toledo


si quieren quedarse a cenar en el restaurante al finalizar la inauguración de la muestra reservar en la página de contacto:

http://www.lussich.uy/

 

Silencio de Trino
es un hecho poético
integrado por imágenes y palabras
que confluyen entre lo urbano y lo rural
los pájaros que llegan entre los renglones,
ingresan a primera hora
y despiden con el sol
un compendio de azares de la vida
acumulando pequeñas ilustraciones
en las pausas, poemas,
confluyen en el encuentro con la tierra
aquellos que me llevaron del centro al pueblo,
del pueblo a la tierra, de la tierra al tango,
del árbol al desierto
de la duna al escritorio ,
del diálogo interno
al silencio de trino.
....


Silencio de Trino

Leerle a tus pájaros,
los perdidos, los amados pájaros extranjeros,
los colados, los pájaros que llegaron de áfrica para
regalarnos su belleza sonora, su colorido.
Los reconoces como propios, están allí desde siempre
formando tu piel, dentro de tu cuerpo asustado,
dentro de tu cuerpo danzante,
al inicio tan libres y luego oprimidos
en el prejuicio universal,
muriendo en sus balsas de escape,
abren sus alas fuera del tiempo.

Leerle a tus pájaros
el cuento de la danza pivoteada, abrazada,
el cuento del tambor, del ocho,
la patadita, el cuento del zapato olvidado en la huída.
Todo aquello que resuena en su trino de almas,
huyes de ese ruido incesante que hay en tu mente
tu ruido como un gran garabato interminable
que cesa ante la maravilla del trino extranjero.
Entre el palmar se mece algo propio,
algo que tu conoces,
tu herida surge como ala,

No hay palabras, ni fórmulas,
ni tachaduras, ni precisiones que lleguen hasta allí,
la vida del espíritu.
Comenzaste la lectura y todos
cantaban, y luego la noche,
ya no se veían las palabras,,
ni se reconocía el ruido incesante de la mente,
ellos acurrucaron sus picos y pechos
y allí estabas tú en esa vía láctea
vibrando en silencio.

Tamara del Castillo

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