Sueño Florianópolis
Ficha
- Titulo original: Sueño Florianópolis
- Dirección: Ana Katz
- Género: Comedia dramática
- Protagonistas: Mercedes Morán - Gustavo Garzón
- País: Argentina-Brasil-Francia Año: 2018
- Duracion: 106'
- Elenco: Marco Ricca - Andrea Beltrão - Joaquín Garzón - Manuela Martínez
- IMBD
- Tipo: Película
Ficha
Resumen
En pleno auge del menemismo, en 1992, una familia argentina (pareja y dos hijos adolescentes) viajan a Florianópolis en pos de unas idealizadas vacaciones, pero las cosas comienzan a salir de manera diferente a lo planeado. El lugar que alquilaron resulta ser un fiasco, y el grupo terminará en una casa algo alejada del centro de la ciudad, donde la convivencia comenzará a deteriorarse rápidamente.
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Trailer
Comentario de Cartelera.com.uy
Juntos sí, nosotros no
La quinta película de Ana Katz confirma que ha logrado algo no sencillo para la mayoría de los cineastas. A través de un marcado sello personal, la identidad de su obra es ya reconocible con solo ver algunas escenas o en los primeros trazos de los personajes principales. Su mirada, meticulosa y perspicaz, explora las debilidades de sus criaturas sin concesiones, a la vez que las cobija, no las condena, y muchas veces las redime.
En sus anteriores El juego de la silla (2002), la fina y sensible Una novia errante (2006) y la más intensa Mi amiga del parque (2015) - probablemente la excepción sea Los Marziano (2011), en la cual el tono no es el mismo y es, en mi opinión, su película menos lograda - nos cuenta lo que va pasando desde la incomodidad de personas generalmente en crisis, con comportamientos cercanos al patetismo y el ridículo y en situaciones en las que no se involucrarían si no estuvieran fuera de su centro y pasando un momento complicado de su vida.
En esta película, ubicada a principios de los 90, la anécdota comienza con el viaje a Florianópolis de Lucrecia y Pedro, una pareja de sicólogos en plena crisis y al borde de la separación, junto a sus hijos adolescentes. En esta primera parte el tono que predomina es el de una comedia costumbrista, en la que el portuñol italianizado de la pareja y algunos avatares no dramáticos, pero sí incómodos, generan un humor tenue, cómplice y reconocible. El retrato de una familia argentina de clase media de esa época, con dólar barato y con las playas brasileñas como paraíso idealizado, está deliciosamente plasmado.
Sin estridencias, pero de forma notoria, el conflicto de la pareja empieza a salir a luz en diálogos donde las medias palabras, las miradas y los tonos son lo más importante. Pedro parece estar seguro de que la crisis es pasajera, mientras que Lucrecia piensa distinto. De todas formas, hay un par de situaciones - sutiles pero también notorias - en que ella abre una puertita a su marido, siendo éste el que no llega a captarlo o, simplemente, a interesarle.
Ya con la familia instalada, y con los hijos en su mundo y sin demostrar ningún interés en el conflicto de los padres, Lucrecia y Pedro abren el abanico y se dan la oportunidad de estrechar vínculos con sus anfitriones, Marco y Larissa, una ex pareja que en apariencia - la realidad irá diciendo otra cosa - cumple con todos los estereotipos de los brasileños. Alegría, cerveza, osadía y sunga incluidas. Es muy bueno para el filme que Katz (que también nos recuerda lo gran actriz que es en un breve pero disfrutable cameo) no centre el relato en ese cruce de parejas; es que el intercambio oficia principalmente como otro elemento para seguir indagando en el sentimiento de la pareja principal, a la vez que para ellos es la confirmación no dicha acerca de la realidad en que están parados y de que "juntos" ya no significa "nosotros". En estos momentos, el tono predominante es el de una leve melancolía, planteando el drama con sensibilidad, pero sin solemnidad ni trascendentalismo inocuo.
El elenco es otro punto fuerte. En especial la pareja protagónica, Mercedes Morán y Gustavo Garzón, y el brasileño Marco Ricca como el osado anfitrión, aportan trabajos sutiles y sensibles; el hecho de que los hijos en la ficción lo sean también en la vida real - ella, hija de Morán, él, hijo de Garzón - aporta naturalidad y frescura. La fotografía de Gustavo Biazzi saca el mejor partido de una zona del balneario brasileño de las menos "vendidas" y todavía con zonas agrestes en su paisaje.
Lo dicho: Ana Katz, una cineasta ya en plena madurez, demuestra una vez más que en forma y contenido tiene mucho para decirnos en relación a temas sensibles para todos. La suya es una mirada que aporta, entretiene y conmueve.
Por Pablo Delucis para Cartelera.com.uy