El aviador

El aviador

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  • Titulo original: The aviator
  • Dirección: Martin Scorsese
  • Género: Drama
  • Protagonistas: Leonardo DiCaprio - Cate Blanchett
  • País: Estados Unidos-Japón-Alemania Año: 2004
  • Duracion: 169'
  • Elenco: Alec Baldwin - Kate Beckinsale - John C. Reilly - Alan Alda
  • IMBD
  • Disponible en: VHS DVD
  • Tipo: Película
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Ficha

Resumen

La película se centra en los primeros años profesionales del excéntrico aventurero y multimillonario estadounidense Howard Hughes (Leonardo DiCaprio), un magnate de la aviación y productor de cine en sus ratos libres. En 1924, a los 19 años, heredó el negocio familiar de perforadoras industriales. Poco después entró en el mundo del cine donde produjo Hell's Angels y Scarface, entre otros clásicos, y tuvo relaciones con Ava Gardner, Katharine Hepburn y Jean Harlow. Más tarde se interesa por la industria cervecera y, sobretodo, por la aviación, que le llevó a los 33 años a dar la vuelta al mundo en un aparato de su invención. Ganadora de tres Globos de Oro (mejor película dramática, actor y banda sonora), El Aviador obtuvo también 5 Oscar: mejor fotografía (Robert Richardson), montaje (Thelma Schoonmaker), dirección artística (Dante Ferretti), vestuario (Sandy Powell) y actriz de reparto (Cate Blanchett, estupenda en el papel de Hepburn).

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Comentario de Cartelera.com.uy

Martin y Howard

Howard Hughes (1905-1976) tiene muchas de las características de un personaje fascinante, sobre todo para el cine de Hollywood que adora las biografías a gran escala (y si hubo alguien en Hollywood que vivió a gran escala, ese fue Howard Hughes). De hecho no es la primera vez que el cine se interesa por él como tema: hubo un olvidable telefilme (El asombroso Howard Hughes, de 1977) protagonizado por Tommy Lee Jones, y fue interpretado por Jason Robards en Melvin and Howard (1980) y por Dean Stockwell en Tucker: un Hombre y su Sueño (1988), de Francis Ford Coppola.

Pero sí es la primera vez que se hace un intento serio por retratarlo en toda su complejidad. Porque Hughes no fue sólo un multimillonario caprichoso y ambicioso, amante de los aviones y de las estrellas de cine (nunca quedó claro en qué orden de prioridad); también era un obsesivo compulsivo lleno de fobias que, a la manera de Jack Nicholson en Mejor imposible, se lavaba las manos con su propio jabón, abría las puertas con un pañuelo, y podía llegar a las alucinaciones paranoicas si un extraño lo miraba raro. Era, en definitiva, un hombre enfermo y perturbado. Eso sí, con mucho dinero.

En principio llama la atención que Martin Scorsese se interese por él, pero si se lo piensa mejor a este director siempre le han fascinado los hombres ambiciosos que no conocen límites ni escrúpulos para alcanzar lo que se proponen. Recordar sino al Jake LaMotta (Robert De Niro) de Toro Salvaje (1980), al Henry Hill (Ray Liotta) de Buenos Muchachos (1990), al Sam Rothstein (de nuevo De Niro) de Casino (1995), o al Billy ‘el Carnicero’ Cutting (Daniel Day-Lewis) de Pandillas de Nueva York (2002). Todos ellos, además, tipos violentos como los que han poblado la filmografía de Scorsese junto a otros más conflictivos (el Travis Bickle de Taxi Driver; el Rupert Pupkin de El Rey de la Comedia; el Jesús de La Última Tentación de Cristo; o el Joe Connelly de Vidas al Límite). Hughes se ubica en el medio, entre los obsesivos ambiciosos y los conflictivos.

De todos modos, es probable que Scorsese haya dirigido esta película tras ser convencido por Leo DiCaprio, con quien trabajó en Pandillas de Nueva York, quizá la última gran película de Scorsese. No es, por cierto, que El Aviador no sea una película “grande” (lo es, y en la mejor tradición de super producción hollywoodense), pero precisamente lo que la hace grande es su despliegue y ambición artística, no su alcance dramático o narrativo. A cierta altura, El Aviador es cine puro, o las herramientas del cine aprovechadas como nunca al servicio de una historia. En ese sentido, Scorsese sigue –y seguirá- siendo uno de los directores más imaginativos de su país. La fotografía de Robert Richardson (premiada con un Oscar) explora las posibilidades del color para recuperar no sólo una época sino también una idea de glamour como hacía tiempo no se veía en el cine; el montaje de la vieja colaboradora Thelma Schoonmaker (también ganadora del Oscar) ofrece el ritmo por momentos frenético y la intención dramática justos que la narración requería; y el resto de los colaboradores (Dante Ferretti en la dirección artística, Sandy Powell en el vestuario, Howard Shore en la música) simplemente brillan aportando su talento para la lujosa recreación de época o la rica banda sonora de la película.

Pero el tema se queda corto para tan ambiciosa aproximación. Promediando la película uno ya conoce al niño rico Hughes, ya sabe de sus caprichos, y adivina que está destinado a alejar de su lado a las personas que lo rodean. Tan sólo se profundiza en las rivalidades que deberá enfrentar, tan peligrosas como sus propias obsesiones. Pero en esa parte de la historia, el guión de John Logan (Un Domingo Cualquiera, Gladiador, El Último Samurai) se reitera y cae en la vieja fórmula del “self-made man” que pone en vereda a sus enemigos mediante un discurso reivindicativo.

Aún así vale por las complejidades de su personaje central, por sus bien explotados recursos cinematográficos y por una esforzada y casi siempre convincente labor de un ya maduro DiCaprio. Pero si alguien se destaca dentro de un elenco que incluye a los excelentes Alec Baldwin, John C. Reilly y Alan Alda es la extraordinaria Cate Blanchett. Logra no sólo que uno se olvide por momentos que es Cate Blanchett sino también estar (casi) a la altura de una leyenda como Katharine Hepburn. Hepburn no fue sólo una magnífica actriz y todo un personaje en sí mismo, sino quizá el gran amor en la vida de Howard Hughes.


Por Enrique Buchichio para Cartelera.com.uy

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