Mundialito

Mundialito

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Presentado por
  • Titulo original: Mundialito
  • Dirección: Sebastián Bednarik
  • Género: Documental
  • País: Uruguay Año: 2010
  • Duracion: 75'
  • IMBD
  • Tipo: Documental
Presentado por

Ficha

Resumen

A fines de 1980 la dictadura uruguaya organizó un plebiscito constitucional para perpetuarse en el poder bajo un manto legal más respetable. No logró su objetivo. A su vez, la Asociación Uruguaya de Fútbol, con el aval o el beneplácito del gobierno y de la FIFA, organizó un inédito mini-campeonato mundial. La selección uruguaya obtuvo el trofeo. ¿Casualidad o causalidad? En base a jugosas entrevistas y a reveladoras piezas de archivo, Mundialito propone una reflexión que desempolva, treinta años después, las razones de cada quien.

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Trailer

Comentario de Cartelera.com.uy

En pocas palabras…: Un trabajo valioso y bien documentado que recrea los entretelones de un episodio frecuentemente olvidado de la dictadura. También un reflejo bastante clarificador del lugar que ocupa el fútbol en la sociedad uruguaya.

El tiempo, las cosas y su lugar

El contexto histórico del Uruguay de fines del año 1980 es el gran protagonista de este valioso documental del joven director Sebastián Bednarik. Mientras que en sus películas anteriores – La Matinée (2006) y Cachila (2008) – el impacto estaba jugado a la emotividad y a la nostalgia que se desprendían de los reportajes y las imágenes de gente vinculada al Carnaval, en Mundialito lo más logrado está en cómo los distintos testimonios y las escenas de archivo de la época se van articulando de tal manera que le dan al filme una cuota importante de incertidumbre, emoción y hasta de humor.

En la selección de ese material y, sobretodo, en el eficaz modo de editarlo (la labor del montajista Guzmán García es sensacional) está lo mejor de este trabajo. Al mismo tiempo, el haber elegido esta manera de contar el filme permite que en apenas un poco más de una hora se aborde con soltura una amplia gama de temas, sin que en ningún momento se pierda el hilo de una narración por demás entretenida.

Las cuestiones que Bednarik y su co-guionista (y productor) Andrés Varela arrojan sobre la mesa abordan varios aspectos. Está muy claro, por ejemplo, el peso que tuvo y tiene el fútbol en nuestra sociedad (los testimonios del ex preso político Marcelo Estefanell y del periodista Ricardo Piñeyrúa son el mejor ejemplo) y también el uso y abuso que se suele hacer de ese deporte como manera de distraer la mira de las masas. A su vez, se refleja cabalmente la mentalidad de la mayoría de los ídolos – en este aspecto vale la pena comparar los dichos de nuestro ex golero Rodolfo Rodríguez con los del ex futbolista brasileño Sócrates – en cuanto a plantarse o no con cierto grado de compromiso ante la realidad social e histórica que les toca vivir. Tampoco faltan “travesuras” de dirigentes y contratistas contadas por ellos mismos, siendo sumamente esclarecedoras las peculiares manifestaciones del recientemente fallecido empresario griego Angelo Voulgaris y los momentos de tensión que se vivieron en la entrevista al ex presidente de la FIFA, Joao Havelange.

En el marco de las muchas bondades que tiene este documental, hay un aspecto en que me gustaría marcar una discrepancia que no tiene que ver con lo estrictamente cinematográfico, sino con algo relacionado al rigor histórico – valioso y muy documentado - con el que está tratada la película.

Si bien el énfasis de Bednarik y Varela no está en las conclusiones o en ensayar respuestas a las interrogantes que van surgiendo, en un momento se menciona que el conjunto del pueblo uruguayo, en el festejo por la consagración del Mundialito, confundía los vítores deportivos con las consignas antidictadura, como los míticos “se va a acabar…” y “porompompon…”. Sincera y respetuosamente no es lo que yo recuerdo. Si bien el No en el plebiscito había marcado definitivamente el principio del fin de la dictadura, lo que festejaba la mayoría del pueblo pasaba por lo deportivo, y los personajes más odiados por la mayoría eran Menotti, Maradona y todo lo que tuviera que ver con Argentina. Los asuntos políticos sí tenían gran importancia en la gente vinculada más directamente, ya fueran familiares de presos o exiliados o gente más cercana a los partidos, pero no en “la gran masa”, que sí se empezaría a involucrar en el proceso de las internas de 1982. Como bien lo plantea el filme, a medida que la mayoría comenzó a tomar conciencia este logro deportivo empezó a perder relevancia, al punto que hoy casi ni se recuerda ni se festeja.

Respetando otras opiniones, esa es mi visión de esa parte de la historia. De otra cosa también estoy seguro: Mundialito, es una gran película.

 


Por Pablo Delucis para Cartelera.com.uy

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