María Antonieta, la reina adolescente

María Antonieta, la reina adolescente

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  • Titulo original: Marie Antoinette
  • Dirección: Sofia Coppola
  • Género: Drama histórico
  • Protagonistas: Kirsten Dunst - Jason Schwartzman
  • País: Estados Unidos-Francia-Japón Año: 2006
  • Duracion: 2h03'
  • Elenco: Rip Torn - Marianne Faithfull - Judy Davis - Asia Argento
  • Sitio oficial IMBD
  • Disponible en: DVD
  • Tipo: Película
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Ficha

Resumen

La ganadora del Oscar Sofia Coppola (Perdidos en Tokio) lleva a la pantalla una fresca interpretación de la vida de la legendaria reina que murió en la guillotina durante la Revolución Francesa. Comprometida para desposarse con el Rey Luis XVI (Jason Schwartzman), la ingenua María Antonieta (Kirsten Dunst), de tan solo 14 años de edad, es lanzada a la opulencia de la corte francesa que se encuentra repleta de conspiración y escándalo. Sola, sin guía alguna y a la deriva en un mundo peligroso, la joven María Antonieta se revela contra la atmósfera aislada de Versalles y, en el proceso, se convierte en la monarca más mal entendida de la historia francesa.

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Comentario de Cartelera.com.uy

En pocas palabras…: Sofia Coppola arroja una mirada fresca y contemporánea (incluso desde la banda sonora) sobre la figura de María Antonieta; quienes busquen rigor histórico, o se incomoden con las libertades que suelen tomarse los artistas, deberían abstenerse.

La reina pop

Lo último que uno debería reclamarle a una película de ficción es que sea una lección de historia, a menos que su realizador haya manifestado abiertamente esa intención, en cuyo caso uno tiene derecho a ponerse exigente. Ciertamente no es el caso de Sofia Coppola, quien tras dos excelentes películas como directora (Las Vírgenes Suicidas, de 1999, y Perdidos en Tokio, de 2003) quiso echar una mirada a un personaje histórico desde una perspectiva absolutamente contemporánea (o casi, porque por momentos la frivolidad casi exasperante que derrocha la película tiene más en común con el exceso de mal gusto pop de los años ’80 que con la posmodernidad seudo decadente de este siglo XXI).

Pero en el caso de María Antonieta –la película- no habría que confundir la frivolidad del personaje y su entorno con la supuesta frivolidad de Coppola, que ya ha demostrado de sobra ser una directora por sobre todo sensible e inteligente en su retrato de personas –sobre todo mujeres- atrapadas en existencias insatisfactorias (Perdidos en Tokio) o directamente agobiantes (Las Vírgenes Suicidas). Lo de Coppola debe entenderse, en realidad, como un intento por abrir las puertas de la corte de Versalles a toda una generación más acostumbrada a mirar MTV que a ver películas históricas. Para ello no sólo aplica un estilo visual completamente alejado del tradicional “cine de época” (excepto en sus lujos de vestuario y dirección artística) sino que, por sobre todo, sorprende al espectador al emplear, desde los mismos títulos de la película, una banda sonora compuesta por temas de The Cure, Siouxsie and the Banshees, The Strokes y New Order, entre otros. El recurso no es del todo original (algo similar había hecho Sally Potter en Orlando, ya en 1992), pero Coppola lo lleva a un extremo en el que roza la saturación. Quizá lo que me comenzó a molestar un poco no es el tipo de música en sí, sino su cantidad; hay algunos momentos en la película que lucen demasiado musicalizados, y uno se pregunta si realmente hacía falta que allí sonara una canción.

En todo caso, es una decisión estética. Como también lo es el exceso de colores pastel que inunda la pantalla a través de polvos, maquillaje, cremas, vestidos y empapelados que empalagan al espectador. Tal vez es la idea. La corte de Versalles a la que llegó María Antonieta (entonces con 14 años) era un exceso en todo sentido, y es lógico que la película también lo sea. Queda a juicio de cada uno si le interesa o no la aproximación que hace Coppola al personaje y su contexto. En lo personal, me quedé esperando que María Antonieta (una simplemente correcta Kirsten Dunst) tomara cuerpo de personaje. A lo largo de la película me da la sensación de que es más un boceto que un personaje que crece, se desarrolla, le pasan cosas, siente y padece. Pero es que a lo mejor eso era María Antonieta para Sofia Coppola: una adolescente que llegó demasiado pronto a un reinado en el que fue abrumada por ridículas reglas de protocolo y etiqueta que la anularon como ser humano.

Hay quienes dicen, sin embargo, que este retrato no le hace justicia a una mujer que en sus últimos años demostró un coraje y una fidelidad a su esposo Luis XVI que nada tenían que ver con la pueril inocencia de aquella casi niña llegada de Austria. Pero, otra vez, ningún director de cine tiene la obligación de ser fiel a una personalidad histórica ni de enseñar cómo y por qué se gestó la Revolución Francesa (algo que en la película es, al menos hasta el desenlace, sólo una referencia distante, como si el mundo real desde Versalles fuera sólo una idea vaga, no del todo tangible). La visión de María Antonieta que quiso brindar Coppola pasa por otro lado; quienes busquen rigor histórico, o se incomoden con las libertades que suelen tomarse los artistas, deberían abstenerse.


Por Enrique Buchichio para Cartelera.com.uy

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