Así habló el cambista

Así habló el cambista

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  • Titulo original: Así habló el cambista
  • Dirección: Federico Veiroj
  • Género: Comedia dramática
  • Protagonistas: Daniel Hendler - Dolores Fonzi
  • País: Uruguay-Argentina-Alemania Año: 2019
  • Duracion: 97'
  • Elenco: Luis Machín - Germán de Silva - Benjamín Vicuña
  • IMBD
  • Disponible en: FOX Play
  • Tipo: Película

Ficha

Resumen

Humberto Brause (Daniel Hendler) es cambista o, como a él le gusta definirse, el origen de todos los males. Si quiere conservar su pellejo en medio de su ambición sin límites por hacer dinero, tendrá que poner a prueba su dudoso código de ética y negociar con la corrupción de las altas esferas políticas, la debacle económica de la Argentina y los vaivenes de su absurdo matrimonio.

Trailer

Comentario de Cartelera.com.uy

Las garras de la codicia


Afortunadamente, de vez en cuando algún cineasta sale de su zona de confort y sorprende con un trabajo que no estaría dentro de lo esperable en base a sus antecedentes. Federico Veiroj, a lo largo de una obra que con este film llega a su quinto largometraje, solidificó la identidad de su cine en base a un puntilloso y preciso minimalismo. Sus historias tomaban fuerza a partir de un personaje cuyo comportamiento es seguido por el espectador como un privilegiado testigo. En el caso de esta película, el principal mérito está en que ha logrado mantener su identidad, pero en una película distinta a las anteriores tanto en forma como - sobre todo - en concepto.


A partir de la novela homónima de Juan Enrique Gruber publicada en 1979, seremos testigos de las andanzas de Humberto Brause, un cambista sin escrúpulos que no duda en hacer cualquier tipo de negocios - la mayoría sucios - en Uruguay, Argentina y Brasil, aprovechando la corrupción de varios estamentos, entre ellos el político. Los hechos de referencia tienen lugar desde mediados de la década del 50 hasta 1975. Una lectura apenas atenta de estas fechas caerá en la cuenta de que en Uruguay, por ejemplo, la dictadura militar y los gobiernos que la precedieron brindaban las condiciones para que las patrañas del antihéroe en cuestión tuvieran un marco propicio.


El guion del propio Veiroj, Arauco Hernández (también encargado de una fotografía implacable y al servicio de la historia) y Martín Mauregui - habitual guionista del argentino Pablo Trapero - no hace demasiado hincapié en las condiciones socio-políticas de una época notablemente recreada en ambientes y vestuario, sino que son los personajes que van apareciendo los que describen lo que estaba pasando por estos lados de América Latina. Los negocios de Brause se potencian en base a sus contactos con guerrilleros, políticos corruptos y militares sedientos de poder y dinero. Todo esto está contado de manera pausada pero firme en una narración que apela a elementos de la comedia negra y el thriller, pero donde paralelamente se desarrolla un drama personal que tiene al cambista en su centro.


Es que el patetismo de la figura de Brause - con un aire de algunas criaturas de películas de Martin Scorsese y los hermanos Coen - tanto en los negocios como en la relación con su esposa, hace que los únicos que en algún momento sientan algo de empatía hacia su figura sean los espectadores, en especial en momentos en que aparece un humor negro muy bien dosificado.


Además de Veiroj, el otro gran responsable de que estemos ante un más que estimable trabajo es Daniel Hendler. Al igual que el director, sortea con éxito el desafío de componer un personaje con características no habituales en su carrera. Su Brause tiene toda la tristeza, el cinismo y la oscuridad que cabe esperar en un ser de su calaña y que a través de la codicia esconde una profunda insatisfacción. Y dientes postizos incluidos, en ningún momento cae en la caricatura.


El resto del elenco es otro punto alto. Dolores Fonzi como la esposa del cambista, Benjamín Vicuña en una breve pero intensa aparición, y esos dos grandes actores generalmente confinados a papeles secundarios como Luis Machín y Germán da Silva, aportan credibilidad y calidad. En especial el personaje de Fonzi, con toda su angustia teñida de manipulación, es de suma importancia en la historia.


En consonancia a lo que el film nos mostró en su desarrollo, una escena sin estridencias ni subrayados, pero tan cruda como implacable nos acerca a un final potente, y confirma que hemos asistido una película entretenida, profunda, valiente y valiosa.


Por Pablo Delucis para Cartelera.com.uy

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