Cartelera

Ficha

Resumen

Nina (Cristiana Capotondi) deja Milán para mudarse a un pequeño pueblo de Lombardía. Allí encuentra trabajo en una prestigiosa clínica para ancianos donde trabajan muchas otras mujeres, pero que esconde un oscuro secreto.

Trailer

Comentario de Cartelera.com.uy

Víctimas y verdugos

Es claro, no pocos pueden llegar a tildar a esta película como oportunista. Es que en épocas donde la sociedad está más que alerta ante determinados atropellos, un trabajo que se mete de lleno en un caso de abuso sexual corre sin dudas ese riesgo. El director Marco Tulio Giordana, cuya anterior La dulce juventud (2003) aparece como su trabajo más logrado, asume la disyuntiva y opta acertadamente por la denuncia lisa y llana, sin importarle demasiado los calificativos que puedan endilgarle.

La anécdota parte cuando Nina consigue trabajo como mucama en el Instituto Baratta, un residencial de ancianos propiedad de la iglesia católica y administrado por un directorio compuesto solamente por hombres. El gerente principal, Marco Torri, prácticamente en su primer día de trabajo acosa de forma apremiante a Nina y, ante su negativa, no tarda en hacerle llegar velados mensajes relativos a las consecuencias que podría sufrir en caso de persistir en la negativa.

El relato es fluido, dinámico, con escenas cortas pero bien ejecutadas y esclarecedoras en relación a la trama. La escena en que se produce el acoso principal es un buen ejemplo. Giordana, responsable también del guión junto a Cristiana Mainardi, presenta una historia contada de forma clásica, no demasiado original en relación al tema que trata, pero clara y potente en su esencia.

A medida que la víctima comienza a encontrar la fuerza y los caminos para efectuar la denuncia, van apareciendo elementos comunes en este tipo de casos. La complicidad de la Iglesia y la falta de solidaridad de la mayoría de las propias mujeres que también fueron víctimas (que Nina sea una joven madre soltera y que se pinte las uñas, pretende usarse como argumento fácil que justifique la agresión) es señalada de forma por demás evidente, pero sin caer en consignas facilistas, ya que todo está planteado de manera creíble y sensible.

El elenco es un punto alto del film. Cristiana Capotondi, en el rol de Nina, ofrece una actuación medida pero intensa y dotada de suma credibilidad, mientras que actores de gran trayectoria en el cine y teatro italiano como Valerio Binasco como el acosador y Bebo Storti como el cura cómplice, brindan una verdadera clase de cómo encarnar villanos de apariencia respetable y empática.

En suma, la película no se destaca por su originalidad, pero sí podemos decir que estamos ante un trabajo más que correcto que aborda con honestidad temas que nunca está demás poner sobre la mesa.

Por Pablo Delucis para Cartelera.com.uy