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Ficha

Resumen

Anna (Nina Hoss) enseña violín en una escuela para jóvenes músicos en Berlín. En contra del criterio de sus colegas, la profesora aprueba el ingreso de Alexander, un chico en el que detecta un notable talento. Le instruye con gran dedicación y afecto, y pronto le dedica más atención que a su propio hijo. Surge la rivalidad entre ambos chicos, mientras el matrimonio de Anna se tambalea. Pero donde ella falló, su talentoso alumno debe tener éxito, y a medida que se acerca una audición importante, Anna le exige más y más.

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Comentario de Cartelera.com.uy

Mea culpa

En su segundo largo de ficción, Ina Weisse (también actriz de larga trayectoria en el cine alemán) ofrece una aguda y para nada benévola mirada en relación a temas como la excesiva búsqueda de la perfección, los celos, la culpa y el castigo.

Todo comienza cuando una profesora de violín da su visto bueno para que un alumno llegue a una audición que pueda darle lugar en una prestigiosa academia. A pesar de no demostrar demasiada técnica en su ejecución, la profesora cree ver en ese niño potencial suficiente para - seis meses de cursos intensivos mediante - alcanzar dicho logro. En el devenir de la anécdota, sabremos que ese no es el principal motivo de su apoyo.

Anna, la profesora, irá mostrando facetas de una personalidad inestable, y en especial, irremediablemente marcada por la culpa. Su propia frustración por no haber logrado sus metas como ejecutante va de la mano de una cuota lacerante de autocastigo y represión. Su hijo preadolescente y su nuevo alumno serán los blancos elegidos en su camino tortuoso, en el que la disciplina que pretende imponer no asoma más que como una excusa para diluir su dolor.

Weisse elige contarnos la historia con un estilo acorde a los estados emocionales de la protagonista. El relato es entrecortado, y la fluidez que aparece en algunos pasajes se desvanece bruscamente en la mayoría de las escenas.

Un gran mérito del filme es que no necesita de lo explícito para mostrar lo que le interesa. Por ejemplo, la violencia contenida se percibe en pequeños gestos, y en algunos diálogos que a priori no asoman como fuera de lo común, pero que en realidad resultan tan lacónicos como perturbadores y que explicarán de forma bastante clara algunos sucesos de la resolución. Si bien la historia recorre en su esencia caminos propios y originales, en algunos momentos asoman algunas referencias cercanas a La pianista (Michael Haneke, 2001) y a Whiplash (Damien Chazelle, 2014).

El elenco merece una mención especial. La gran Nina Hoss - Barbara (2012), Phoenix (2014) -brinda como de costumbre una notable interpretación como la perturbada profesora. Su gesto adusto combina a la perfección con una mirada sensible y sugestiva. El rol de su marido, el luthier francés a cargo de Simon Abkarian, no le va en zaga en esa especie de resignación asumida a la que elige apelar, mientras que los niños Serafín Mishiev y Llja Monti, como hijo y alumno respectivamente, transmiten cabalmente el desasosiego de sus personajes.

Muchas veces la auto exigencia hace recaer sobre otros las peores consecuencias; esta película que juzga comportamientos, pero no personas, lo refleja de una forma clara, cabal y contundente.

Por Pablo Delucis para Cartelera.com.uy