Andrés Calamaro

Andrés Calamaro

Luego de 3 años de ausencia de los escenarios regresa a Uruguay uno de los maximos exponentes del rock en español. Nuevamente acompañado por su banda integrada por German Wiedemer en teclados, Mariano Dominguez en bajo, Julián Kanevsky en guitarras y Martin Bruhn en batería, Andrés Calamaro se encuentra actualmente ensayando un repertorio que incluirá sus clásicos más añorados por sus fans así como también algunas sorpresas.

  • Localidades: Desde $ 1740 a $ 4260. En venta en Tickantel.
  • Sitio oficial

Ficha

Andrés Calamaro

Cuando Andrés cumplió ocho años pidió de regalo un acordeón, y más tarde un tambor (después de golpear los parches en casa de unos vecinos en el downtown de Buenos Aires). Sin embargo, con el tiempo, se fue volcando a la guitarra eléctrica y al piano, el instrumento donde muestra mayor fluidez y versatilidad. Años después, pescando tiburones en Uruguay, Andrés escucho su primera oferta de trabajo, un grupo musical, ya en sus horas bajas, necesitaba un reemplazo en los teclados, y fue entonces cuando nuestro jovencísimo Andrés salió a las carreteras por primera vez.

Un tiempo después tejió su futuro propio, y fue a una audición para entrar en el grupo Raíces, y entre los gritos del Mundial de fútbol y los tambores del candombe, dió sus primeros pasos en el latin jazz y fue detenido por la policía de la dictadura. Era invierno.

Probó suerte en boites, con The Platters, tocó con integrantes de una secta religiosa, y allá donde pudiera sentarse a tocar un teclado, hasta que, en los primeros meses de la década del ochenta, recibió la llamada que cambiaría su destino: era Miguel Abuelo recién llegado de la isla de Ibiza.

Con Los Abuelos de la Nada encontró su lugar, tan deseado, en el olimpo criollo del rock argentino; eran los primeros años ochenta. Los Abuelos era un combinado de poesía, funky, carretera y armonías, formado por seis músicos de curtido talento y personalidad, entre los cuales estaban el productor y bajista Cachorro López, el cantor de tangos Daniel Melingo y el ya mencionado Abuelo...

Promediando la década, y con dos discos en solitario publicados, Los Abuelos de la Nada de disuelven y Andrés sigue asiduo a los estudios de grabación, con una prometedora carrera de producción musical, que incluye el disco que consagró a Los Fabulosos Cadillac, entre otras grabaciones realizadas entre Buenos Aires y México.

Conduciendo su propio programa de radio conoce a Ariel Rot y conforman una sociedad musical para grabar, entonces, dos discos solitarios de Andrés y salir a las carreteras de Argentonia. Eligen intentarlo en España y refundarse como Los Rodríguez, con el recordado Julián Infante, el igualmente querido Guillermo Martín, y un baterista de apellido Dukakis.

Grabó y produjo, con distinta suerte, en Chile, México, España, Paraguay y Argentina; y escribió bandas sonoras para películas de David Trueba, Marcelo Piñeiro y Mariano Galperín.

En 1999 fue artista invitado de Bob Dylan en una gira de 12 conciertos por España.

En el año 2000, después de publicar el quíntuple álbum, “El salmón”, se concentró en sus revoluciones musicales internas, experimentando con las corrientes y meditando el futuro de la industria musical y de los formatos físicos y virtuales... Se volcó en la composición, y firmó una obra de cerca de mil canciones, algunas firmadas con los poetas Marcelo Scornik y Jorge Larrosa, la gran mayoría de las cuales sigue inédita. Calamaro puso a disposición del público cerca de un centenar de canciones en Radio Salmón Vaticano, su museo sonoro en internet, y filtró un importante número de inéditos a las páginas no oficiales para los coleccionistas.

En 2005, Andrés volvió a los escenarios para dar forma a uno de los regresos más sonados de la música actual, de aquellos primeros conciertos, impulsado por la fuerza espiritual y musical del grupo argentino Bersuit, se recoge el álbum “El regreso”, que fue el disco más comprado en Argentina, donde vender (comprar) discos es un anacronismo que, se entiende, desafía al tiempo y a ciertas lógicas.

2006 fue más aún que el año del regreso, y consagró a Calamaro en las voces de sus más destacados compañeros de profesión, como Joaquín Sabina, León Gieco, Muchachito Bombo Infierno, Fito Páez, Niña Pastori, Julieta Venegas, El Canto del Loco y el Indio Solari, en un disco de homenaje y relecturas de su repertorio (“Calamaro querido”), y otras recopilaciones de similar estirpe sonora (“Escúchenme entre el ruido”). También colaboró en las nuevas grabaciones de Bersuit, Ratones Paranóicos, Vicentico, La Mona Jiménez y Ariel Rot.

Además terminó por publicar su prometido disco de tangos y jazz, grabado en Casa Limón, donde es un miembro más del reputadísimo clan musical, en compañía de Jerry González, Niño Josele, Antonio Serrano, Juanjo Domínguez y José Reynoso entre otros. También propuso el reencuentro con su amigo y compañero de armas Ariel Rot, para cantar y rendir homenaje a los amigos ausentes. Cantó los tangos en directo con la superbanda habitual de Paco de Lucía, y cantó dos canciones para la nueva película de David Trueba, “Bienvenido a casa”.


Discografía: Hotel Calamaro (1984) - Vida cruel (1985) - Por mirarte (1988) - Nadie sale vivo de aquí (1990) - Grabaciones encontradas volumen uno (1993) - Live en Ayacucho 1988 (1994) - Caballos salvajes (banda sonora, 1995) - Grabaciones encontradas (dos) (1996) - Alta suciedad (1997) - Honestidad brutal (1999) - El salmón (2000) - El cantante (2004) - El regreso (2005) - Tinta roja (2006) - Made in Argentina (DVD) (2006) - El Palacio de las Flores (2006) - La lengua popular (2007) - Obras incompletas (2009) - Romaphonic Sessions (2016) - Dios los cría (2021)

Salas

Publicidad