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Ficha

Resumen

La película se centra en el famoso Caso Dreyfus: en 1894, el Coronel francés Georges Picquart (Jean Dujardin) testifica en el proceso que condenó por traición al Capitán Alfred Dreyfus (Louis Garrel), acusado de pasar secretos militares al imperio alemán. Cuando es nombrado jefe de la sección de contrainteligencia del ejército, Picquart descubre que se usaron pruebas falsas para condenar a Dreyfus, uno de los pocos miembros judíos del ejército francés de la época. Picquart arriesgará su carrera y su vida para exponer la verdad y liberar al injustamente condenado a prisión perpetua. Gran Premio del Jurado en el Festival de Venecia; 3 premios César de la Academia de Cine de Francia, incluyendo mejor director.

Trailer

Comentario de Cartelera.com.uy

Causa propia

Entre julio de 1870 y mayo de 1871, Francia y Alemania sostuvieron una guerra que por aquellos días se conoció como la Guerra Franco-Prusiana. Pasados los años y, servicios de inteligencia mediante, Francia descubre que un integrante de su ejército había vendido información a los alemanes. A través de un juicio lleno de irregularidades y falsedades, en 1894 el capitán Alfred Dreyfus es hallado culpable, se le degrada y es confinado al aislamiento en la Isla del Diablo en la Guyana Francesa. Dreyfus era judío y su condena se debió a esa condición, ya que el antisemitismo - a manera de nefasto presagio de lo que ocurriría unos años más tarde - ya imperaba en la mayor parte de Europa por esa época. Cuando un tiempo después las evidencias señalan inequívocamente a otro militar como el traidor, el estado francés no de buena gana libera al prisionero y lo restituye en el cargo que ostentaba al momento de su degradación.

Vale aclarar que conocer estos detalles no le quita interés a la historia, ya que además de ser un affaire relativamente notorio - es conocido además el manifiesto sobre el tema que da título al filme, de Émile Zola, uno de los escritores más prestigiosos de la época - en su devenir ya desde el comienzo va quedando claro por donde irán los acontecimientos.

Roman Polanski elige contarnos la anécdota con bastante sobriedad, de manera generalmente lineal - salvo algunos flashbacks sobre la relación entre Dreyfus y Picquart, el militar que con su investigación fue decisivo para que se hiciera justicia - y ajustándose mayormente a los hechos que verdaderamente ocurrieron. Por otra parte, no sería aventurado pensar que, al poner el nudo central en alguien injustamente acusado - judío, además -, el paralelismo con asuntos de su propia vida no haya sido casualidad.

Más allá de la historia en sí misma, la película destila virtuosismo en su reconstrucción de época y la recreación de los diversos ambientes parisinos es de verdad disfrutable; el mayor debe está en que en algún momento cuesta reconocer quién es quién debido a la proliferación de personajes del ejército francés todos muy parecidos y con uniformes que sólo se diferencian en alguna escarapela.

Las actuaciones son un punto alto. Ese gran actor que es Jean Dujardin compone magistralmente a Georges Picquart, mientras que en el rol de Dreyfus, Louis Garrel brinda la mejor labor que le he conocido hasta ahora.

En la prolífica, vasta y muy importante obra de Polanski, esta película podría ubicarse en una zona media, lejos de lo más valioso que - salvo alguna excepción como El pianista (2002) o El escritor oculto (2010) - se ubica en aquellos trabajos de las décadas del 60 y 70, pero también por encima de algunos trabajos recientes de poco realce.

Por Pablo Delucis para Cartelera.com.uy