Cartelera

Ficha

Resumen

En 1949, Clément Mathieu (Gérard Jugnot), profesor de música en paro, empieza a trabajar como vigilante en un internado de reeducación de menores, en su mayoría huérfanos de la Segunda Guerra Mundial. Especialmente represivo, el sistema de educación del director Rachin (François Berléand) apenas logra mantener la autoridad sobre los alumnos difíciles. El mismo Mathieu siente una íntima rebeldía ante los métodos de Rachin y una mezcla de desconcierto y compasión por los chicos. En sus esfuerzos por acercarse a ellos, descubre que la música atrae poderosamente el interés de los alumnos y se entrega a la tarea de familiarizarlos con la magia del canto, al tiempo que va transformando sus vidas para siempre.

Comentario de Cartelera.com.uy

Notas altas y bajas

Película con un leit motiv, Los Coristas no sorprenderá a nadie que haya visto Al Maestro con Cariño (dir. James Clavell, 1967) o La Sociedad de los Poetas Muertos (dir. Peter Weir, 1989). Incluso una comedia tan trivial como Cambio de Hábito II (donde Whoopi Goldberg era una falsa monja que convertía a unos alumnos terribles en cantantes celestiales) contaba más o menos la misma historia, aunque varios pasos más atrás en calidad y sensibilidad. Uno sabe desde la primera escena que ese profesor al principio rechazado terminará por ganarse la simpatía de sus alumnos rebeldes, que el director severo quedará en ridículo en alguna oportunidad, y que el alumno talentoso que demora en integrarse al coro finalmente será el mejor solista que un director pueda pedir.

¿Pero desde cuándo la falta de novedad ha sido impedimento para disfrutar una película? Los Coristas no será original, pero tiene todos los ingredientes para convertirla en eso que los ejecutivos de Hollywood llaman un “crowd-pleaser”, que quiere decir algo así como que cautivará a las masas. Ciertamente esta ópera prima del director Christophe Barratier fue un éxito mayor en Francia y también en Estados Unidos, donde llegó a estar nominada al Oscar como mejor película extranjera y canción original. El guión de Barratier y Philippe Lopes-Curval, basado en el de la película "La cage aux rossignols", de Jean Dréville (1945), es predecible, sensiblero, estereotipado, lleno de personajes compradores y malos de una sola pieza. Y hasta incluye alguna subtrama (como la llegada de un delincuente juvenil al establecimiento) que todavía estoy tratando de entender qué aportó a la historia.

Y sin embargo, sin necesidad de sentirse culpable, uno hasta puede llegar a emocionarse porque hay dos o tres elementos muy bien manejados: 1) la música de Bruno Coulais, que juega todo el tiempo con ese leit motiv que terminará convirtiéndose en una canción hermosa (precisamente la que estuvo nominada al Oscar y perdió ante la de Jorge Drexler); 2) la casi total naturalidad de un elenco de niños que se roba la película en varias escenas, incluyendo al pequeño cuya voz vibra desde la banda sonora (es el propio actor el que canta); 3) la sencillez de recursos de Gérard Jugnot, que en su maestro le tocó un personaje que bordea el ridículo y el cliché pero al que resuelve casi siempre con soltura.

Por lo demás, la película es una más en la larga tradición de films que homenajean al arte –en este caso la música- como curador y liberador del espíritu humano y cuyos protagonistas están destinados a dejar una huella en la vida de sus estudiantes (sigo pensando en antecedentes incluso recientes, como Querido Maestro, de 1995). Dudo que Los Coristas deje alguna huella en el espectador por demasiado tiempo, pero sin duda saldremos del cine con una sonrisa en los labios y tarareando la misma canción que Beyoncée destruyó en la entrega del Oscar (Drexler no fue el único compositor que debe haber sufrido esa noche).

Por Enrique Buchichio para Cartelera.com.uy