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Resumen

La fuerza del amor narra la extraordinaria historia de Aung San Suu Kyi (Michelle Yeoh), líder del movimiento de resistencia de Birmania y Premio Nóbel de la Paz en 1991. Suu Kyi estuvo 15 años bajo arresto domiciliario por oponerse a la junta militar que gobernó el país asiático, siendo liberada en 2010. La película es también el retrato íntimo de su relación con Michael Aris (David Thewlis), su esposo, de quien estuvo varios años separada por decisión del régimen birmano.

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Comentario de Cartelera.com.uy

En pocas palabras...: The Lady no parece ser obra del mismo realizador que llenó el ojo con Azul profundo, El quinto elemento o Juana de Arco. Y ese podría ser su principal mérito, después de todo.

La familia o la patria

Una personalidad como la de Aung San Suu Kyi merecía una película, aunque más no fuera como vehículo para que mucha más gente conozca su lucha, su esfuerzo, su entrega. Hija de un militar demócrata asesinado por defensores del régimen militar birmano, educada en Inglaterra - donde formó familia junto al académico Michael Aris - y luego proclamada por su propio pueblo como líder de la lucha pacífica contra la Junta Militar, Suu Kyi pasó casi 20 años bajo arresto domiciliario, gran parte de los cuales se vio impedida de estar junto a su familia. Ganadora del Premio Nobel de la Paz en 1991, es probablemente una de las defensoras de la libertad y la democracia más notables de la historia reciente, un compromiso que le significó varias renuncias y remordimientos personales, como lo declarara recientemente en una entrevista para la BBC.

Claro que una gran personalidad no hace, necesariamente, a una gran película biográfica (la historia del cine está repleta de ejemplos). Como biopic, The Lady (tal el título original) es más bien convencional; abre con un prólogo muy gráfico sobre la infancia de Suu Kyi, marcada por el asesinato de un padre al que prácticamente no llegó a conocer pero cuyo legado la marcaría de por vida. Y se concentra luego en su regreso a Birmania (Myanmar es el nombre oficial del país dado por la Junta Militar desde 1989), para estar junto a su madre enferma, viaje que demostraría ser sólo de ida al presenciar Suu Kyi, de primera mano, la brutal represión del régimen contra civiles desarmados (especialmente jóvenes estudiantes). Su vida cambiaría para siempre.

El problema mayor al que se enfrentaba la guionista Rebecca Frayn (aquí a la altura de su primer guión para cine) era precisamente que su heroína debía permanecer confinada dentro de una casa gran parte de la narración. La evolución de su lucha y su sacrificio corría el riesgo de limitarse a una serie de encuentros fugaces con personajes que vinieran e informaran, un discurso declamatorio en el peor sentido. Y algo de eso hay durante la película. Pero por suerte se tomó un camino alternativo, quizás más interesante: narrar básicamente la historia de amor entre Suu Kyi y Michael Aris, que debió sortear la prohibición y la distancia forzada para sobrevivir durante más de una década. Por eso cuando a Michael le diagnostican un cáncer terminal en 1997, Suu Kyi debe enfrentar la decisión más difícil de su vida y de su trayectoria política: reunirse con su familia en Oxford o permanecer en su país como líder de la resistencia.

Esa historia de amor no ignora, por supuesto, los avatares políticos que la rodearon y marcaron irremediablemente. The Lady es, también, una película que llama la atención sobre una de las dictaduras más largas y más ignoradas por la historia reciente, al menos hasta que en 2007 10.000 monjes budistas encabezaron una protesta masiva que alertó al mundo, recordándole que en ese pequeño país del sudeste asiático había aún una población muy descontenta. Pero en el centro siempre están Suu Kyi y su entrega, y la devoción y el apoyo de un marido inglés al otro lado de una línea telefónica defectuosa.

Michelle Yeoh, la actriz malaya de origen chino reconocida mundialmente por sus papeles en El tigre y el dragón (2000) y Memorias de una geisha (2005), entre otras, logra un sentido trabajo, además de un notable parecido físico con la verdadera Suu Kyi. Pero también está muy bien David Thewlis, quien tiene a cargo no sólo el difícil rol de Michael sino también - aunque brevemente - el de su hermano gemelo.

No resulta fácil ubicar esta convencional biopic dentro de la filmografía del francés Luc Besson, un cineasta mucho más interesado en el vistoso entretenimiento que en la honda introspección que busca - aunque no siempre alcanza - en este caso. Más allá de alguna poderosa imagen (como esa en que Suu Kyi enfrenta decidida a un escuadrón de soldados armados), The Lady no parece ser obra del mismo realizador que llenó el ojo con Azul profundo, El quinto elemento o Juana de Arco. Y ese podría ser su principal mérito, después de todo: un gran despliegue visual habría lucido exagerado para narrar la historia íntima de una mujer de perfil bajo que se convirtió en símbolo de un país por fuerza de las circunstancias.

Por Enrique Buchichio para Cartelera.com.uy