El círculo (2008)

El círculo (2008)

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  • Titulo original: El círculo
  • Dirección: José Pedro Charlo -Aldo Garay
  • Género: Documental
  • Protagonistas: Henry Hengler
  • País: Uruguay Año: 2008
  • Duracion: 95'
  • IMBD
  • Disponible en: Retina Latina
  • Tipo: Documental

Ficha

Resumen

Dirigente tupamaro y rehén de la dictadura militar uruguaya durante 13 años. Ciudadano sueco y médico reconocido internacionalmente por su investigación sobre el mal de Alzheimer. Todas esas vidas caben en la vida del doctor Henry Engler. El científico de hoy emprende un viaje hacia el pasado y hacia el mundo alucinado del prisionero y sus estrategias para resistir lo inhumano.

Comentario de Cartelera.com.uy

En pocas palabras…: Un documental conmovedor que rescata la capacidad de supervivencia del ser humano en las condiciones más difíciles.

Estos gozos de aquellas sombras

Antes que nada, buenas noticias. Vi esta película -con buena nota en cuanto a comodidad y calidad de exhibición- en el cine Libertad del complejo Plaza. Esta sala afortunadamente volvió al circuito el viernes 26 de setiembre y su programación estará compuesta por cortos de distinta procedencia y por largometrajes, al menos en principio, exclusivamente uruguayos. Hasta se podría hacer un paralelismo, ya que si de renovarse y crecer luego de vencer dificultades se trata, muy bien elegida estuvo la película que nos ocupa para la reapertura del mencionado cine.

Para narrar el proceso que llevó a Henry Engler desde su locura de los tiempos de rehén de la dictadura hasta su presente de reconocido médico neurólogo radicado en Suecia, sus autores -José Pedro Charlo (A las Cinco en Punto, 2004) y Aldo Garay (La Espera, 2002)- han optado, según su propia definición, por un documental con una puesta en escena propia de una película de ficción. Esto es bastante notorio, ya que estamos ante un formato estructurado en escenas, con el propio protagonista recorriendo los distintos lugares a los que la película alude, y donde además de la figura principal hasta podemos hablar de personajes secundarios, como sus familiares y ex compañeros.

El acento principal, y lo más valioso de este trabajo, está en contar por dónde pasaron los métodos que usó Engler con el fin de no perder las pocas luces de cordura que le quedaban en las épocas duras. Apelar a cuestiones místicas, desafiar su resistencia al dolor físico, hablar con extraterrestres o hacerse ferviente seguidor de la religión mormona fueron algunas de sus excusas para cerrar “su círculo” y seguir aferrado a la vida y a la razón por aquellos días.

Los temas políticos son secundarios en la película. Las alusiones a su pasado como miembro importante del movimiento tupamaro están planteadas más que nada teniendo en cuenta que ese motivo fue el origen de todo lo que aconteció después. El lado humano prevalece en todo momento. Un ejemplo claro, y a su vez una muestra de coherencia narrativa, es que la participación de algunos de los que compartieron con Engler la calidad de rehenes (Mujica, Zabalza, Marenales, Rosencoff), tiene que ver con narrar sus propias experiencias sobre cómo soportar aquellas duras condiciones de vida, dejando de lado cuestiones de otra índole.

Sin excesos sensibleros y hasta con alguna dosis de humor, la película entretiene y logra hacer meditar en relación a varios temas. El poder del autocontrol, la necesidad de evasión y la importancia del instinto de conservación aún en las circunstancias más duras, aparecen bajo la forma de una emoción serena, sobria y reflexiva. Asimismo y como contrapartida, sale a luz el planteo de por dónde pasará el hecho de que algunos logren salir de esas fases mentales oscuras y otros, en cambio, no lo consigan. Porque si bien en el caso de Engler estamos ante un ejemplo de sabiduría e inteligencia emocional impresionante y admirable, también -y como la propia película lo muestra lateralmente- hay quienes sucumben sin poder hacer gala de tamañas fuerzas. ¿Se traerá en los genes? ¿Se aprenderá?

Tribulaciones al margen, es un regocijo para el alma constatar que aquel cantante de jopo rubio, bigotes y mirada un tanto perdida, que se presentó allá por noviembre de 1985 en el Festival de Canto Popular de La Paz (Canelones) es quien hoy irradia esta paz, confianza y serenidad. Seguramente ya no hará temblar su guitarra al estrecharla. Se puede.

 


Por Pablo Delucis para Cartelera.com.uy

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