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Ficha

Resumen

La nueva película de Jacques Audiard (Un profeta) cuenta la historia de Ali (Matthias Schoenaerts), quien repentinamente se encuentra a cargo de su hijo Sam, al que apenas conoce. Sin hogar, sin dinero y sin amigos, Ali se refugia en casa de su hermana en Antibes, al sur de Francia. Allí conoce a Stéphanie (Marion Cotillard) en un club nocturno en el que ha conseguido un trabajo. Ella es hermosa y parece muy segura de sí misma, lo contrario a él. Stéphanie entrena orcas en Marineland. Después de un terrible accidente, una llamada nocturna los reúne de nuevo. Cuando Ali la ve, ella ya no es la misma: el accidente la ha dejado confinada a una silla de ruedas, sin piernas ni ganas de vivir…

Trailer

Comentario de Cartelera.com.uy

El director Jacques Audiard considera a su más reciente película "melotrash", que significa algo así como "melo-basura". No es, por supuesto, que el director francés considere que ha hecho una película mediocre, sino que la historia que narra, y los personajes que la animan, provienen de cierto tipo de submundo generalmente frecuentado por la literatura barata, policial o erótica, el tipo de material que haría las delicias de un Quentin Tarantino. Lo que diferencia a un Audiard de un Tarantino es, precisamente, el tratamiento melodramático que le da el primero al asunto, que proviene de una historia corta de Craig Davidson.

 

Trabajando junto al mismo coguionista de Un profeta (2009), Thomas Bidegain, Audiard ha entretejido una dura historia de amor que, es cierto, posee elementos típicos del melodrama, pero al mismo tiempo exhibe la crudeza y la aproximación a los personajes que cabía esperarse de quien realizó uno de los dramas carcelarios más intensos y realistas de los últimos tiempos. Lo interesante es que abandona el encierro físico de Un profeta, el ambiente estrictamente masculino y los códigos de supervivencia a la fuerza de aquel notable antecedente, para respirar en escenarios al aire libre, o frente al mar, que contrastan con el encierro vital o emocional de sus protagonistas. E incluye, como si fuera poco, a un personaje femenino realmente atípico, al que mutila desesperadamente para luego reconvertirlo en objeto de deseo, tanto para su coprotagonista como ante los ojos del espectador.

 

Lo fascinante del cine de Audiard es cómo no teme meterse de lleno en ambientes y entre gentes desagradables, miserables almas humanas que buscan una oportunidad a cualquier precio, aún a costa de sangre, sudor y lágrimas. Por supuesto que revela humanidad en sus personajes, pero también imperfecciones, brutalidades y una oportunidad de redención aún en contra de todos los pronósticos. Claro que hay melodramas, por más "trash" que sean, que merecen un final feliz...

 

Sin alcanzar el poderoso nivel de Un profeta, Metal y hueso (ganadora de cuatro premios César) es un drama cautivador, sensible, por momentos intenso y casi siempre descarnado. Se apoya sobre todo en dos formidables actuaciones: la de Marion Cotillard (La vie en rose) en otra estupenda labor, y la del belga Matthias Schoenaerts, toda una revelación.

 

Por Enrique Buchichio para Cartelera.com.uy